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Un equipo de buzos limpia los fondos para conservar los corales en Málaga
Una veintena de submarinistas con formación específica retira la basura en zonas de especial protección como Maro y Cerro Gordo
Mucha gente no lo sabe, pero en las profundidades de las costas de Málaga hay corales, de los que los mejor conservados están en el ... paraje de Maro-Cerro Gordo, así como en la Punta de la Mona, en Granada; y en otros muchos enclaves del litoral de la provincia. Para los científicos se trata de animales –no de plantas– muy importantes, pues son bioindicadoras del estado de conservación y del cambio climático. «En el Mediterráneo cumplen la función de ser un eje del ecosistema, los peces los usan como refugio y para poner huevos; sin corales no habría otras especies», explica Fernando García Alarcón, presidente de la asociación Equilibrio Marino, que impulsa el programa de conservación SOS Corales.
«Están amenazados, las condiciones de esta población se han ido degradando cada vez más», critica, y por eso la entidad está desarrollando un plan de recuperación marina, especialmente en la zona entre las provincias de Málaga y Granada, tras dos años de trámites para recabar todos los permisos necesarios. En esta tarea cuentan con el barco Promaris Uno, fletado con la colaboración de la empresa malagueña Alnasur, que dispone de grúa, sonda, cestas y globos para subir la basura retirada por los buceadores. Además, mantienen un convenio con el puerto deportivo de Marina del Este, para el atraque; además de una ayuda europea de la Asociación de las Áreas Marinas Protegidas del Mediterráneo (MedPan); de la asociación Coral Guardian y de varias empresas colaboradoras.
El equipo de voluntarios, compuesto por unos 20 buceadores expertos y con conocimientos científicos, se sumerge varios fines de semana al mes para retirar los residuos que afectan al ecosistema de los corales. «No es una limpieza de fondo normal sino una recuperación marina, porque la zona está llena de coralígenos y especies protegidas». Esto obliga a trabajar con mucho cuidado para no causar daños. «Con las redes hay que ser como cirujanos», explica gráficamente Fernando García Alarcón. También se encuentran habitualmente nasas de pesca y sedales enganchados, además de otros residuos terrestres. «Es un trabajo muy fino, a veces con poco provecho pero con unos resultados increíbles».
Área Marina Protegida
A ello, se añade la dificultad de que corales como la 'Dendrophyllia ramea' empiezan a aparecer a una profundidad a partir de los 30 a 50 metros, por lo que los submarinistas deben ser experimentados y trabajar de una forma muy coordinada y estudiada.
El objetivo final de la iniciativa es, según su principal impulsor, que el entorno de Maro, Cerro Gordo y Punta de la Mona se convierta en breve en un Área Marina Protegida, lo que supondrá blindarla frente a la pesca; además de crear un precedente para otras zonas similares. La Junta ya trabaja sobre un borrador normativo, que verá la luz en los próximos meses.
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