Málaga es la provincia que más parados pierde en un año y se acerca a bajar de los 100.000 con el impulso del turismo

Con esta importante bajada del paro, Málaga consigue converger con la media nacional (ya está poco más de un punto por encima en la tasa de paro) y alejarse de la media andaluza (que sigue anclada en el 16,06%, con algunas provincias como Granada o Jaén por encima del 20%). Esta bajada supone además un cambio de tendencia, puesto que Málaga lleva desde la salida de la pandemia creando empleo a fuerte ritmo, pero hasta ahora no había conseguido reducir el paro de manera sustancial debido al continuo crecimiento de la población activa. Lo que ha pasado en los últimos doce meses es que la ocupación ha seguido aumentando de manera vigorosa (hay 40.600 malagueños más trabajando que hace un año, lo que supone la tercera mayor subida del país después de los de Madrid y Barcelona) y, al mismo tiempo, la población activa ha crecido en sólo 5.700 personas.

Poniendo el foco solamente en el tercer trimestre (es decir, en el verano), Málaga frenó su ritmo de creación de empleo, pues sólo sumó 3.700 ocupados respecto al trimestre anterior. Pero esto hay que analizarlo en contexto, ya que Málaga venía de crear nada menos que 50.000 puestos de trabajo en el segundo trimestre. De esta forma, puede interpretarse que la creación de empleo que suele registrarse en temporada alta se adelantó a la primavera. El paro se redujo en 4.800 personas entre el segundo y el tercer trimestre y la población activa también cayó en torno a un millar de personas.

¿Dónde crece la ocupación? Si comparamos entre el segundo trimestre de 2023 y el de 2024, hay un aumento de unos 18.000 trabajadores en el sector servicios, de 15.500 en la construcción, de 5.200 en la industria y de 1.500 en la agricultura. Ahora mismo, la tarta del empleo en la provincia de Málaga tiene un trono enorme dedicado a los servicios (el 83%) y el resto se reparte entre el resto de sectores (9,3% en la construcción, 5,1% en la industria y un 2,7% en la agricultura).

Todo esto ocurre en un contexto de aumento de la población, pues Málaga es una de las provincias más dinámicas no sólo laboralmente, sino demográficamente. La EPA recoge que Málaga ha sumado casi 23.000 habitantes en el último año. Y al igual que crece la población activa y ocupada, crece también la población inactiva: ésa que, por una razón o por otra, no está en disposición de trabajar. Este grupo engloba a pensionistas (que son 312.000, tras incrementarse en 10.000 en los últimos doce meses), estudiantes (119.300, también 10.000 más en un año), personas dedicadas a las labores del hogar (unas 150.000, este número aumenta ligeramente, en unas 3.000 personas), incapacitados permanentes (unos 38.000), además de 10.000 malagueños en «otras situaciones de inactividad» no concretadas.

La vicepresidenta ejecutiva y secretaria general de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), Natalia Sánchez, valora estos datos “como buenos resultados, que reflejan, por un lado, el impacto del verano, como es habitual, en torno al tramo más intenso de la temporada turística, pero, además, la progresión positiva que sigue situándonos en cifras récord, tanto en creación de empleo como en reducción del paro”.

Para la organización empresarial, “avanzamos hacia un objetivo cada vez más cercano: converger con la tasa de paro nacional y bajar de los dos dígitos; haciéndolo, además, en paralelo al constante aumento de nuestra población activa, lo que supone un esfuerzo extra para la generación de empleo”.

Sánchez señala que la meta ahora "no sólo debe centrarse en continuar generando empleo, sino impactar en los colectivos que más dificultad encuentran para acceder a puestos de trabajo: los jóvenes y los mayores de 45 años, además de las mujeres, cuya tasa de paro supera a la de los hombres en más de cinco puntos”. Para ello, insiste, “es necesario reforzar las políticas activas de empleo, la formación continua y, por supuesto, los incentivos a la contratación de las empresas”.

María José Prados, secretaria de Empleo de CC OO Málaga, recuerda que estos “buenos datos de empleo deben ir acompañados de políticas públicas que palien los principales problemas que seguimos sufriendo las personas trabajadoras de la provincia, como es la precariedad laboral en ciertos sectores y la dificultad de acceder a una vivienda asequible”.

Por su parte la secretaria de Empleo y Formación de UGT Málaga, Luisa Domínguez, pone el acento crítico en la excesiva concentración del empleo en el sector servicios. "Volvemos a exigir que se diversifique el esfuerzo de inversión de una forma más equitativa entre todos los sectores de la economía, porque estamos convencidos que hay que rebajar la excesiva dependencia del mercado laboral en un sector que se puede comportar de una forma fluctuante a corto, medio o largo plazo. Y se debe concentrar esa atención en hacer políticas que aseguren esa diversificación, que a la larga es lo más positivo para los trabajadores, sobre todo en industria (sector casi olvidado), agricultura (que tiene un gran potencial), construcción, y todos aquellos servicios que son necesarios: sanidad, educación, cuidados, en general todas las actividades dirigidas al servicio de la comunidad”.