Los buses urbanos seguían circulando en la Málaga vacía
FUENSANTA RÍOS, CONDUCTORA DE LA EMT ·
Cuando las calles de Málaga se quedaron vacías, los autobuses de la EMT también. Pero ahí estaban, circulando por la ciudad para seguir prestando servicio ... para quien lo necesitara. Y, por si fuera poco, en los días más duros del confinamiento, incluso tratando de animar a los malagueños haciendo sonar el 'Resistiré' con unos altavoces instalados en los vehículos de algunas líneas. «Fue muy emocionante, todavía se me ponen los vellos de punta», recuerda Fuensanta Ríos, que es conductora en la L-31, la primera en la que se puso en marcha esta original iniciativa.
«Los primeros meses fueron duros, porque había horas en las que estábamos solos en el autobús, las calles tenían un aspecto siniestro y cuando alguien se subía se notaba el miedo. Pero también se vivían momentos emocionantes porque la gente te aplaudía al pasar y te animaban desde sus balcones», destaca esta malagueña que lleva 15 años en la EMT y que aprovecha para transmitir a los viajeros que el transporte público es seguro. «Me gustaría agradecer el esfuerzo que desde el inicio de la pandemia está haciendo la empresa, y también el de todos los compañeros y, por supuesto, la confianza de los malagueños por seguir subiéndose al autobús».
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