Una de cada cuatro personas atendidas por Cáritas en Málaga tiene empleo
La organización incide en que la de la vivienda es una «crisis social real y de gran intensidad» y que ha tenido que aumentar un 40% sus ayudas para pagar alojamientos
«Es especialmente preocupante que el 23% de las personas que acompañamos tengan ingresos provenientes de actividades laborales reguladas. Es algo que confirma el aumento ... de las personas trabajadoras en situación de pobreza, porque el año anterior eran un 15%. Esto significa que una de cada cuatro personas que vienen a Cáritas trabajan con un contrato regularizado. Trabajan en supermercados, en la construcción, en muchos ámbitos del sector servicios y tienen que acudir a Cáritas», alertó Ernesto Juárez, secretario general de la organización en Málaga, durante la presentación este jueves de su memoria anual correspondiente a 2024. Y son datos que llaman más la atención si cabe porque se enmarcan en un contexto de recuperación económica y de disminución de la tasa de desempleo. Además, en este ámbito del empleo Juárez también destacó que las mujeres sufren más: la brecha de género, que ellas dispongan de menores recursos procedentes del trabajo que ellos, descansa en que tanto la temporalidad como la inestabilidad y la parcialidad sean más frecuentes entre las mujeres que entre los hombres.
Pero, junto a la precariedad laboral, hay otros dos elementos que cronifican la situación de pobreza de los más vulnerables, según explicó José Miguel Santos, director de Cáritas Diocesana de Málaga, que se refirió al estudio premiado por la Fundación Foessa 'Voces que no cuentan', sobre los Asperones, uno de cuyos testimonios afirmaba que sentía que su vida era una rotonda sin salida: «No encuentran salida y por mucho que se muevan no encuentran una vía de inclusión», resaltó Santos. Pues bien, estos otros dos obstáculos que impiden salir de la rueda son, dijo Santos, la vivienda y la situación de irregularidad en el caso de los migrantes. «El trabajo ha dejado de ser una vía de inclusión; hay gente que está en desempleo estructural o en situación precaria, pero es que hay gente que trabajando no llega a fin de mes. Además, hay una crisis social de la vivienda. Y hay una tercera salida que está bloqueada: la irregularidad administrativa que sufren muchas personas migrantes», enumeró el director de Cáritas en Málaga.
44% de las personas atendidas por Cáritas
tiene graves dificultades para el pago de la vivienda
En el caso de la vivienda, abundó Juárez, el 44% de las personas atendidas por Cáritas en 2024 tiene graves dificultades para el pago de la vivienda: «Este elevado precio provoca que muchas personas, incluso familias, tengan que alquilar habitaciones en un piso compartido. Este hecho puede dificultar la posibilidad de acceder a un empadronamiento que da acceso a derechos, así como provocar situaciones de hacinamiento y de pérdida de intimidad. Y en las familias con niños también tiene otras consecuencias, como la dificultad para poder desarrollar un estudio adecuado, así como la pérdida del sentimiento de seguridad». De esta manera, continuó Juárez, también prácticamente una de cada cuatro personas atendidas por Cáritas viven en habitaciones realquiladas, cuando en el año 2022 eran un 17% y en 2023, casi un 20%. «Y no hablamos generalmente sólo de personas solas, son familias con hijos; cuatro personas en una habitación», incidió Juárez.
Ello ha tenido su incidencia en el cariz del apoyo realizado por Cáritas: en el ámbito de la vivienda, a lo largo del año pasado, prestó 2.334 ayudas para hacer frente a su coste con un montante total de casi 870.000 euros, cifra que es un 38% superior a la del ejercicio anterior.
«Hay una crisis social real, la de la vivienda; es una crisis de gran intensidad. Es un factor que desequilibra la ecuación de gastos e ingresos familiares», insistió Juárez.
El tercer ámbito que impide salir de la exclusión ataca a un «grupo de especial vulnerabilidad», el de los migrantes: en 2024 Cáritas acompañó a casi 6.000 personas migrantes, que son el 65% del total de personas atendidas en la provincia. Quienes se encuentran en una situación administrativa irregular «no pueden acudir a nada», a ninguna ayuda pública y «acaban en las parroquias, porque no tienen una red de apoyo».
17% de las personas atendidas por Cáritas están solas
En el año 2022 representaban el 10% del total.
En este sentido, Juárez destacó el alto porcentaje de personas solas a las que atiende Cáritas y que viene aumentando en los últimos años: en el año 2022 representaban un 10% del total; en 2023, un 12%; y en 2024, el 17%. «Son personas solas no porque vivan solas, sino porque no tienen red. Hay mucha población migrante, muchas mujeres solas... Y gran parte de esta población está empujada a vivir en realquiler porque no les da, no pueden pagar una vivienda. Esto antes no era tan habitual. Hay mucha gente que pasa por situaciones de dificultad y tiene una red; a Cáritas viene la gente que no tiene red», apuntó Juárez, a lo que Santos añadió: «Hay una gran desvinculación social. Se está rompiendo el tejido social. Ahora nos llegan muchas problemáticas que antes se resolvían en el patio de vecinos, en el barrio, en la familia».
«No delegar los derechos al mercado»
De ahí que desde Cáritas se reivindique el diseño de «políticas públicas en torno a los derechos» y que «ningún derecho quede en manos del mercado» ya que, insistió Juárez: «Delegar en el mercado sólo generará nuevas brechas de desigualdad entre quien puede pagar y quien no puede pagar».
«La gente viene aquí porque no tiene las necesidades básicas cubiertas incluso teniendo la familia un trabajo y cobrando una paga a final de mes»
La presentación de la memoria de Cáritas coincide con la celebración del Corpus de los cristianos y también con la presentación de la campaña de caridad de la organización que este año tiene el lema «Mientras haya personas, hay esperanza». Respecto a ello, Antonio Collado, delegado episcopal de Cáritas, insistió: «La gente viene aquí porque no tiene las necesidades básicas cubiertas incluso teniendo la familia un trabajo y cobrando una paga a final de mes»; y realizó un llamamiento a los católicos a no sólo comulgar en la eucaristía, sino también a «tocar el cuerpo de Cristo doliente en los pobres», citando al Papa Francisco. «Lo que nos toca como cristianos es denunciar lo que no va bien: sigue aumentando la pobreza, aunque cambie de rostro», afirmó, a lo que José Miguel Santos agregó: «Aquí nos acercamos a la realidad de los problemas que de verdad importan a las personas. Pero estos problemas pasan a un segundo, a un tercero, a un cuarto lugar; no ocupan el centro de nuestra preocupación. Aquí no hablamos ni de bulos ni de falsas noticias, sino del dolor, el sufrimiento y la realidad que padecen muchas personas».
Baja el número de personas atendidas de media por equipo
Hay tres elementos que cronifican la pobreza y la exclusión: mal empleo, vivienda inasequible y dificultad de acceso a la regularización de los migrantes. Pero no todas son sombras en los datos de Cáritas. Durante el año 2024, Cáritas Diocesana de Málaga acompañó a 9.088 personas, actuaciones de las que se vieron beneficiadas 20.374 personas. Estos datos hablan de un leve aumento de la atención, motivado por el esfuerzo de los equipos de la organización para mejorar la acogida y atención a familias a las que antes no se llegaba. Sin embargo, desde el año 2021 se ha ido produciendo un descenso leve pero continuado en la atención, debido a mejoras laborales y la implatanción de derechos como el Ingreso Mínimo Vital. De esta manera, si en el año 2020, el de la pandemia, cada equipo de Cáritas atendía a una media de más de un centenar de personas, en 2024 la cifra ha bajado hasta las 75 personas, como promedio.
Bajo esos datos, otros: sólo el 19% de las personas acompañadas por Cáritas ha logrado mejorar su situación, el 31% lleva más de tres años acudiendo y el 39% recurrió el año pasado a Cáritas por primera vez.
Los recursos económicos invertidos por Cáritas el año pasado en la provincia y en Melilla ascendieron a los 9,25 millones de euros, de los que el 91% se destinaron a acogida y atención social directa. En cuanto a la procedencia de los recursos, casi cuatro millones procedieron de socios y donantes, mientras que el resto llegaron a partir de subvenciones y convenios con entidades públicas, así como los centros educativos concertados con la Junta de Andalucía.
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