La caída de matriculaciones en Infantil por la baja natalidad solo afecta a la escuela pública
La concertada ha conseguido sortear el problema de falta de niños en edad escolar y los centros con una línea han completado la oferta mínima
La caída de la natalidad está ocasionando el cierre de unidades escolares en la escuela pública. La concertada ha conseguido sortear el problema de falta ... de niños en edad escolar y para el próximo curso los centros con una línea han conseguido superar la oferta mínima (25 niños por clase).
Para el próximo curso, de una oferta inicial de 16.544 plazas para nuevo ingreso (segundo ciclo de Educación Infantil, niños de 3 años) se recibieron 11.517 solicitudes, lo que supone que más de cinco mil puestos ofertados quedaron vacantes.
Los efectos del descenso de natalidad se trasladan a los colegios, con la consiguiente pérdida de unidades o grupos de clase. Un problema que afecta de manera casi exclusiva a la escuela pública. La concertada no pierde ninguna línea porque «los centros de más de una línea han superado la oferta mínima», confirma Ricardo Oliveros, secretario provincial del sindicato FSIE. La enseñanza concertada cuenta con casi 1.500 unidades en Educación Infantil y más de 800 en Primaria en la provincia.
Familias del colegio Antonio Machado de la capital se concentraron ayer en la Delegación de Educación para reclamar un aula más para los alumnos de 4 y de 5 años. Noemí de los Ríos, presidenta de la AMPA, explica que el colegio tiene mucho alumnado con necesidades educativas especiales, más de medio centenar de niños. El año pasado perdieron una línea y este pierden la de 4 años, por lo que algunos alumnos tiene que ser reubicados en otros colegios.
Uno de los centros con menos número de solicitudes para primer curso del segundo ciclo de Infantil (3 años) ha sido el colegio Intelhorce. «Con un niño más habríamos tenido las dos unidades con las que contábamos», lamenta su director, Juan Carlos Gutiérrez. Los alumnos del CEIP Intelhorce no pudieron comenzar el curso 2019/20 en su colegio. A principios de septiembre se informó a los padres de que el colegio debía ser desalojado para proceder a los trabajos de refuerzo de la cimentación. Desde entonces sus alumnos reciben sus clases en el colegio El Tarajal. Para el próximo curso cuentan con 73 alumnos matriculados.
El centro ha tenido que proceder a una agrupación del alumnado del segundo ciclo de Infantil, de manera que los niños de 3, 4 y 5 años comparten aula. En Primaria cuenta con una línea (seis grupos, uno para cada curso de la etapa). «Las familias no traen a sus hijos por esta situación transitoria en la que nos encontramos, alejados del barrio y reubicados en El Tarajal», señala el director. La Consejería de Desarrollo Educativo tiene pendiente de licitar el proyecto de construcción de un nuevo edificio, que está dimensionado para una línea aunque con reserva de espacio para futuras ampliaciones. La previsión es que el nuevo colegio pueda abrir sus puertas en el curso 2025/26.
«Esperamos recuperar alumnado cuando tengamos el nuevo edificio. En estos años hemos perdido una línea hace dos cursos y la que hemos perdido ahora», indica el director.
Otro de los centros que ha perdido unidades en los últimos años es el Ciudad de Mobile, en la zona de La Roca. «Teníamos dos líneas y nos quedamos solo con una», indica la secretaria del centro, Isabel Cárdenas. Cuentan con una unidad por curso, y en la provisión provisional «nos mantenemos como estamos», indica. El centro escolariza a mucho alumnado de La Palmilla, por lo que es un centro de compensatoria y con mucho alumnado con necesidades educativas especiales, por lo que en estos casos el número de alumnos por clase es menor del legalmente establecido (25 en Primaria).
En el caso del José María Hinojosa, en calle Héroe de Sostoa, ha recibido solo cuatro solicitudes de nuevo ingreso. Cuenta con una línea por curso.
Expansión urbanística
Aunque Teatinos es una zona de expansión urbanística, tres colegios de la barriada se han visto afectados por la menor natalidad. Son el Rectora Adelaida de la Calle, Tierno Galván y Carmen de Burgos. «Nos encontramos con aulas a 25 y 26 alumnos, y tenemos solicitudes de admisión a lo largo del curso, al llegar nuevas familias cuando se van entregando nuevas promociones», señala la directora, Encarnación Jurado. El colegio se ha quedado con dos líneas para 3 años, tiene tres para 4 y 5 años, en primero de Primaria son cuatro unidades y de segundo a sexto, tres. «La comisión de escolarización de zona pidió a la Delegación mantener las unidades, pero no lo han aceptado. Debería haberse aprovechado este menor número de matrículas para reducir la ratio y así poder ofrecer una atención más individualizada al alumnado», opina la directora.
En la zona de escolarización de Ciudad Jardín/Palma-Palmilla, el Rafael Alberti ha perdido una de las dos líneas de Infantil de 3 años. El presidente de la comisión de escolarización de zona, José Carlos Duarte, director del Rosa de Gálvez, señala que cuando se pierde una unidad «es muy difícil de recuperar». Es lo que ha pasado, explica, en el Ángel Ganivet, que el año pasado perdió una línea y este no ha podido completar un nuevo grupo.
En este mismo sentido, Sylvia Frey, directora del Domingo Lozano (en la zona de Carranque), lamenta que desde hace cinco años tienen una sola línea desde 3 años a segundo de Primaria, «con unidades completas y solicitudes que no podemos atender».
Provincia
El interior de la provincia no es ajeno a esta problemática. En Archidona, sus tres colegios públicos han pasado en los últimos años de cuatro unidades a dos. En el CEIP San Sebastián, los grupos han quedado con 23 y 17 alumnos, indica su director, Eusebio Córdoba.
En Cártama, en cambio, la situación ha mejorado, con una nueva unidad de 3 años.
Los colegios de la Costa occidental no son ajenos a este problema. En Fuengirola, el CEIP Andalucía ha perdido una línea de 3 años. «pero no por falta de solicitudes», aclara su director, Francisco José Gutiérrez Lozano. Otros colegios del municipio estaban en peligro de perder una y hasta dos líneas de Infantil, por lo que la comisión de garantías de escolarización acordó repartir a ese alumnado para que no se perdieran unidades.
Gutiérrez Lozano pone de manifiesto el grave problema que tienen la localidades costeras en Primaria, por el gran número de población inmigrante que se incorpora comenzado el curso por traslado de domicilio. «Hemos pedido una unidad más por colegio, que se ha concedido en algunos casos», señala. Aún así, las clases en esta etapa están a 28 alumnos, el máximo permitido legalmente.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión