Autopista del agua, desaladoras y regeneración: las llaves para asegurar el futuro hídrico de Málaga

En este panel han intervenido Manuel Jiménez, presidente del Colegio de Administradores de Fincas. Salvador Merino, vicerrector de Infraestructuras y Sostenibilidad de la Universidad de Málaga (UMA) y especialista en agua y energía; Julio Berbel, catedrático de la Universidad de Córdoba y miembro del comité de expertos de la sequía de la Junta de Andalucía; y Carlos Mínguez, socio de Andersen, experto en Derecho Público y Regulatorio. La mesa ha estado coordinada por el redactor de SUR Ignacio Lillo.

Los expertos han apuntado a tres prioridades en materia de infraestructuras hídricas: la interconexión, con especial foco en la llamada autopista del agua que debe conectar la zona occidental con la oriental; las desaladoras y las plantas de regeneración de aguas residuales. «Es muy urgente la autopista de agua. Ahora hay una mínima interconexión pero hay muchos cuellos de botella todavía. Tenemos que estar más conectados», ha opinado Julio Berbel, a lo que Merino ha añadido la utilidad que tendría «unir la cuenca del Guadalquivir con la del Guadalhorce». Las conducciones de interconexiñón, han explicado los técnicos, servirán para maximizar la eficiencia de todas las demás infraestructuras hídricas que se impulsen.

Merino ha abundado en detalles sobre el prototipo de desaladora sostenible que ha diseñado la UMA, que da solución al problema del alto coste energético que genera el funcionamiento de este tipo de planta gracias a la instalación fotovoltaica que lleva aparejada. «De esta forma, conseguimos que el coste del agua desalada esté en torno a los 20 céntimos por metro cúbico, que es una cifra cercana a las necesidades que plantean los agricultores», ha explicado.

Carlos Mínguez ha recordado que pronto estará listo el reglamento de reutilización de las aguas y, con este nuevo marco legal, se impone la articulación de colaboraciones público-privadas. «Hay un potencial en el agua regenerada, va a haber un nuevo marco regulatorio y va a aparecer una nueva figura industrial, que es la del productor de agua regenerada». El experto ha recordado que para el 31 diciembre de 2027 por ley todo el agua de uso recreativo, por ejemplo los campos de golf, deberá venir de agua regenerada, lo que significa que habrá que tener la capacidad de reutilizar 40 hectómetros cúbicos. «Hay mucho por hacer en materia de gestión, financiación y planificación», ha advertido.

Berbel ha advertido, sin embargo, que hay que ser «realistas» en cuanto a la regeneración de aguas. «No se puede comparar Murcia, que vierte toda su agua al mar, con Andalucía, donde hay cuencas que ya están sobreasignadas y tienen déficit; no se puede quitar más agua al río Guadalquivir, por ejemplo. En la cuenca mediterránea sí, hay que ir hacia una reutilización máxima del agua, del 80%, ha explicado.

Por su parte, el representante de los administradores de fincas ha entrado de lleno en una cuestión de máximo interés para los malagueños y los turistas, como es la posibilidad de utilizar las piscinas este verano. Jiménez ha pedido «claridad» a las administraciones competentes para fijar unas normas «que sean coherentes y que los ciudadanos puedan entender y asumir». «Se va a dejar en manos de los ayuntamientos y eso tiene riesgos. No le vemos sentido a que tengamos unas medidas en una partede la costa y otras en otra; o a que dentro de una misma zona haya ayuntamientos que digan que las piscinas se pueden llenar con cubas de agua, otros permitan usar agua de suministro y otros prohíban el llenado. Eso provoca problemas y tensiones en las comunidades de vecinos», ha explicado.