Los tres problemas de Cerrado de Calderón

Uno de los puntos más señalados es la acumulación de brozas y vegetación sin mantener en parcelas privadas a lo largo del paseo de Cerrado de Calderón. Estas zonas sin cuidar no solo afean el paisaje urbano, sino que suponen un riesgo en épocas de calor, aumentando el peligro de incendios y la presencia de plagas. Los vecinos piden mayor vigilancia y que se exija a los propietarios el mantenimiento de sus terrenos.

Otro de los problemas más graves se presenta a diario en torno a las 17.30 horas, coincidiendo con la salida de los colegios de la zona. Aunque la Policía Local acude habitualmente para regular el tráfico, los atascos son constantes y generan una situación caótica. Las calles estrechas y la gran cantidad de vehículos convierten ese tramo horario en una auténtica pesadilla para conductores, peatones y residentes.

Además, la calle Cáceres es percibida por muchos como uno de los puntos más peligrosos del barrio. Su trazado, la falta de visibilidad en algunos tramos y la velocidad de ciertos vehículos generan inseguridad, especialmente para los peatones y ciclistas. Los vecinos reclaman medidas como reductores de velocidad, mejor señalización o incluso la reordenación del tráfico para reducir riesgos.