La Torre del Puerto de Málaga genera dudas a dos meses de su aprobación definitiva

Este es el documento que el Puerto de Málaga pretende elevar ante el Consejo de Ministros, que debe contener el máximo nivel de detalle técnico sobre el hotel de lujo previsto, para tratar de recabar la luz verde definitiva por parte del Gobierno. Pues el hecho es que, a falta de apenas dos meses, ni los responsables del organismo portuario ni los del Consistorio tienen constancia del nivel de avance que ha conseguido hasta ahora esta compleja actuación, que está en manos de la sociedad concesionaria.

Lo que sí ha podido confirmar SUR es que los privados ya han pedido oficialmente una prórroga de cuatro meses para poder completar este encargo, y los responsables portuarios están deliberando ahora si esta solicitud está justificada, y cuánto tiempo extra se les va a conceder. Si no se admitiera tal dilación, el próximo 6 de noviembre debería entrar por registro toda la documentación requerida. El plazo inicial fue de ocho meses, a partir de marzo.

En caso de no hacerlo, los inversores se enfrentan a que les sea retirada definitivamente la concesión, y con ella, el aval presentado, de 2,3 millones de euros. Y ello, después de haber soportado nada menos que siete años de trámites burocráticos, la mayor parte a cargo de la Gerencia de Urbanismo para el cambio del Plan Especial del Puerto. Y cuando todavía pesan sobre la iniciativa hotelera dos recursos contencioso-administrativos, que son los que determinarán, antes que el Consejo de Ministros, tanto la decisión de que en el dique de Levante se pueda erigir alguna vez un edificio como este, como los plazos para ello.

La tarea que el Puerto encomendó a los privados no es fácil ni barata, y para ello se les dio un plazo extenso, de ocho meses, que a tenor de la reciente solicitud, ya se les ha quedado corto. Para llevarlo ante la mesa ministerial, se ha requerido a los promotores que presenten oficialmente el acuerdo con la marca hotelera (de gran lujo) que asumirá su explotación, y que, precisamente, marcará las características de las suites y del resto de instalaciones. Hasta el momento, esta se desconoce.

Además, el proyecto ejecutivo debe contener los estudios geotécnicos de los complejos terrenos del dique de Levante (que, de momento, tampoco hay constancia de que se hayan llevado a cabo); así como toda la parte de ingeniería del edificio: cálculo de estructuras, instalaciones, aerodinámica, etc.

Por otra parte, también se demanda una revisión y actualización del estudio económico-financiero, ya que el actual está desfasado, por los profundos cambios que ha habido a lo largo de estos siete años de tramitación.

La idea es que el diseño que vaya al Consejo de Ministros, en caso de ser refrendado, ya no se podrá variar, sino que tal cual será el que luego se presente para obtener la licencia municipal de obras y ejecutarlo. De ahí que este trámite sea tan decisivo.