Los taxistas de Málaga deciden sumarse a la huelga indefinida de otras grandes capitales pero no la harán en el aeropuerto
Los servicios mínimos en la capital y en la Costa serán del 50% de la flota desde esta misma mañana
Los taxistas de la provincia han celebrado desde las nueve y media de la mañana de este domingo una asamblea en el Palacio de Ferias ... en la que han decidido sumarse a la huelga indefinida convocada en otras grandes ciudades como Barcelona, Madrid, Valencia o Alicante. No obstante, han acordado que el paro, que arranca este mismo domingo, no afecte al aeropuerto y los servicios mínimos en el resto de la ciudad y de la Costa del Sol serán del 50%. Empiezan trabajando los números pares de las licencias. El resto llevará a cabo medidas informativas respecto a la huelga. Durante gran parte de la mañana no se han registrado incidentes en el servicio de taxis. Sin embargo, en la estación María Zambrano de Málaga, hacia las 14.30 horas de la tarde, han empezado a registrarse falta de taxis tras la llegada de dos trenes procedentes de Madrid y Barcelona. No hay desabastecimiento pero sí demora de unos diez minutos. Cabify, por su parte, ha anulado sus paradas del aeropuerto de Málaga y de María Zambrano «para evitar incidentes y garantizar la seguridad de los usuarios».
En torno a medio millar de taxistas han participado en una caldeada asamblea en la que han quedado de manifiesto las protestas por la ausencia de regulación por parte de las administraciones públicas que, a juicio de los taxistas, existe para los vehículos de alquiler con conductor.
En la asamblea de esta mañana han participado representantes de las asociaciones de taxistas Aumat, Taxi-Unión, Amat, Amata y ÉliteTaxi Costa del Sol, quienes han transmitido al auditorio la premisa de no afectar al aeropuerto por el grave perjuicio que podría suponer para el turismo en este momento del año. «Es inasumible pararlo, aquí no tenemos las infraestructuras que tienen Madrid y Barcelona para evacuar pasajeros», ha señalado Juan González, vicepresidente de la Asociación Unificada Malagueña de Autónomos del Taxi (AUMAT), quien ha expuesto a los taxistas participantes en la asamblea dos opciones de servicios mínimos: la del 50% y la de tres números, que supondría establecer unos mínimos del 33%.
Finalmente, se ha aprobado por mayoría la opción del 50% que implica que, de las 1.432 licencias que existen en la capital, solo trabajarían 716 de las que unas doscientas prestarían sus servicios en el aeropuerto, por lo que Málaga se quedaría con medio millar de taxis en servicio. En total, la capital y la Costa del Sol suman unas 2.600 licencias. Al finalizar la asamblea, en la que se han hecho notar las posturas de algunos taxistas que pedían una protesta más dura de la que finalmente se ha aplicado, se ha pedido que se sea especialmente cuidadoso en no dejar de prestar servicio a personas con movilidad reducida o enfermas, que necesiten desplazamiento a algún centro sanitario.
De este modo los taxistas malagueños se suman a la ola de solidaridad con los taxistas de Barcelona, que están en pie de guerra contra la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña de suspender el reglamento del sector de la capital catalana.
En el fondo de esta nueva movilización de los taxistas late el mismo conflicto que ya provocó una huelga el verano pasado en Málaga: la guerra contra los vehículos de alquiler con conductor (VTC) que prestan servicio a través de plataformas como Cabify o Uber. En esta ocasión, la llama ha prendido por la decisión del tribunal catalán de suspender una normativa aprobada por el Ayuntamiento de Barcelona para limitar la actividad de estos competidores del taxi.
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