El reto de restaurar el colector histórico de Carretería: Emasa contrata las obras

La traza de esta vieja canalización discurre bajo la calle Victoria, plaza de la Merced, calle Álamos, calle Carretería, pasillo de Santa Isabel, pasillo de Atocha, Alameda Principal y avenida del Comandante Benítez hasta ir a parar al puerto. Data, según sus fases, de entre los siglos XVII y XIX. No es raro que haya colapsado en varias oportunidades. La última, durante la dana de noviembre del año pasado, cuando a la altura de Andrés Pérez, reventó.

También se ha contratado por 52.756 euros la dirección de obra al Grupo Arathea. No en vano, se trata de una actuación de enjundia. La metodología permite abordar la rehabilitación en varios frentes con equipos simultáneos. Serán casi 2 kilómetros de intervención.

En su recorrido, se marcan tres sectores claros. «El primero de ellos es el que discurre por el eje de la calle Victoria desde el Jardín de los Monos o plaza de la Victoria hasta la Merced; el segundo, fruto de sucesivas intervenciones a lo largo de los siglos XVIII y XIX, tiene la particularidad de que discurre bajo los edificios que se adosaron en el momento de su construcción a la muralla medieval de la ciudad [eje Carretería-Álamos]. Por último, a partir de la Tribuna de los Pobres, el colector retoma su avance bajo espacio público», recoge el proyecto de rehabilitación, que incide en la importancia de asegurar su estructura, resistencia y estabilidad. Y todo ello también orientado a facilitar las tareas de mantenimiento.

«Las actuaciones consistirán en la limpieza del tramo de colector afectado, ejecución de una nueva solera de hormigón y rehabilitación estructural de la bóveda de ladrillo en los puntos que estén afectados. Además, el Colector Carretería está catalogado un BIC de carácter subyacente junto a la Muralla Islámica del Conjunto Defensivo Medieval de la Ciudad, con la que comparte trazado [...]

El plan de trabajo ha dividido la actuación en ocho frentes de entre 200 y 280 metros.

Hay previstos nuevos arquetones para multiplicar la accesibilidad al colector, con lo que se ganará en eficacia y seguridad para su mantenimiento. Es lo primero, además, que se va hacer, lo que también facilitará las tareas de acopio de material durante las obras.

Es una obra compleja en la que hay tramos que se conocen más que otros. Y puede plantear incertidumbres e imprevistos por su heterogeneidad .«El levantamiento del colector realizado utilizando tecnología escáner láser 3D tiene desgraciadamente sus limitaciones por las condiciones tan adversas que presenta el interior del mismo, por lo que el objetivo inicial de poder describir con exactitud las lesiones que presenta el bien no se ha alcanzado», incluía el proyecto.

Si los nuevos arquetones de acceso son la primera fase, la segunda la protagonizarán los trabajos de reparación de aquellas lesiones más graves que ponen en peligro la estabilidad de los muros y de la bóveda que constituyen la galería.

«Puesto que el colector recoge la cuenca del arroyo del Calvario y las aguas pluviales de calle Carretería, Plaza de la Merced y calle Victoria, resulta fundamental a la hora de acometer la ejecución de esta segunda fase evitar la época de lluvias y realizar los trabajos durante la estación seca, entendiéndose como el periodo temporal comprendido entre el 15 de mayo y el 15 de septiembre», incidía.

La última de las fases, la tercera, consistirá en reparar las diferentes lesiones detectadas por encima del nivel de los nuevos muretes, utilizando siempre ladrillo y mortero de cal hidráulica y arena.

La tipología constructiva más habitual a lo largo del trazado es la de una bóveda de medio cañón de fábrica de ladrillo que se apoya en su arranque sobre dos muros laterales de fábrica de mampuesto y mortero de cal y arena, con unas dimensiones variables, pero que en general permiten el paso cómodo de una persona incorporada.

La canalización tan solo conserva el pavimento original en dos pequeños tramos. Es el terreno natural el fondo de la conducción en prácticamente todo su recorrido.

A lo largo del trazado es habitual encontrar reparaciones y recrecidos de los muretes de arranque. Los materiales son diversos, desde mampuestos a ladrillos, pero en ocasiones también se ha empleado el hormigón.