El Puerto de Málaga avanza en el desalojo del antiguo muelle pesquero

El contrato tiene un presupuesto, con los impuestos incluidos, de casi dos millones de euros, y un plazo de ejecución de sólo seis meses, por lo que debería estar listo hacia el próximo verano. En ese momento, las embarcaciones de Salvamento Marítimo, Aduanas y la Guardia Civil, entre otras, podrán dejar la dársena pesquera y mudarse al extremo de la margen izquierda de la desembocadura del río Guadalmedina, dentro del área portuaria.

El nuevo pantalán flotante de hormigón prefabricado se ubicará junto al Centro de Atención Temporal a Extranjeros (CATE). Tendrá una longitud de 140 metros y cinco metros de ancho, y estará fijado al lecho del río mediante pilotes metálicos hincados. Al mismo se accederá mediante una pasarela articulada, en una configuración similar a la del muelle para pesqueros, recién estrenada.

La obra se completa mediante un tren de fondeo a lo largo de los 140 metros del pantalán, con muertos de 27 toneladas para el amarre de las embarcaciones, lo que dará más garantías al atraque y reducirá las oscilaciones de los barcos mientras estén atracados.

De este modo, además, se consolida el uso de la desembocadura del Guadalmedina como nuevo espacio para el amarre de embarcaciones menores, con el pantalán para los pesqueros en la margen derecha y, a medio plazo, el de los barcos oficiales, en la izquierda.

El concurso para contratar estas obras se ha convocado por segunda vez, ya que en el primer intento se quedó desierto, porque el valor inicial del concurso (en torno a 1,7 millones) era demasiado bajo, tras dispararse los costes de los materiales (fundamentalmente, el hormigón y el aluminio), por la inflación y la guerra en Ucrania.

Por ello, la Autoridad Portuaria se ha visto obligada a elevar el presupuesto base de licitación, en unos 300.000 euros más, para hacerlo atractivo a las constructoras y a las empresas especializadas del sector náutico que lo tienen que acometer.

En cualquier caso, se trata de un nuevo paso para liberar la dársena pesquera, que está llamada a convertirse en el nuevo muelle ocho, de uso polivalente para mercancías de distinta clase. En esta, se prevén 70.000 metros cuadrados de nuevas superficies terrestres (tras el aterramiento de la actual lámina de agua). Con un calado de unos 14 metros, se podrá operar con barcos tipo 'Baby Capesize', con un peso muerto de 100.000 a 130.000 toneladas, y que pueden embarcar hasta 70.000 toneladas de graneles. De manera complementaria, se va a construir un segundo viaducto sobre el río Guadalmedina.

El nuevo muelle ocho se va a configurar como un espacio polivalente, que no sólo va a permitir el atraque de barcos graneleros sino también de tipo Ro-Ro (carga rodada, camiones) y 'Car Carrier' (transporte de coches). Eso dará a la Autoridad Portuaria la versatilidad de poder realizar operaciones simultáneas en los muelles siete y ocho, atendiendo a la vez, por ejemplo, a dos barcos de graneles, o uno de granel sólido industrial (clínker) y otro para harina de soja, trigo o maíz.

Esta operación también va a permitir aumentar la longitud del muelle 9 en casi 100 metros (de 722 a 815), por lo que la oferta de atraques va a salir muy reforzada operativamente, puesto que permitirá trabajar de manera simultánea con dos barcos de gran eslora.