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Las profesoras Maria José Molina, Lola Rico y Asunción Trevilla, con el desfibrilador del centro. SUR
Profesoras salvan la vida a un conserje del Sierra Bermeja con ayuda de un desfibrilador

Profesoras salvan la vida a un conserje del Sierra Bermeja con ayuda de un desfibrilador

El instituto compró un aparato portátil hace dos años con la colecta por la venta de pulseras. El director reclama a la Delegación que se instalen estos dispositivos en todos los centros educativos

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Viernes, 14 de febrero 2020, 10:57

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La rápida intervención de un grupo de profesoras, y la ayuda de un desfibrilador, han salvado la vida a un conserje del instituto Sierra Bermeja. Se da la circunstancia de que el aparato había sido adquirido recientemente por el propio centro, ya que la administración no los instala. Los alumnos habían vendido pulseras para sufragar el coste del dispositivo que, afortunadamente, estaba ya en el centro para ayudar en algún caso de urgencia, como el sucedido esta semana.

Según explica el director del IES Sierra Bermeja, fue este lunes cuando uno de los conserjes sufrió «un infarto fulminante» mientras realizaba su trabajo en conserjería. «Afortunadamente estaban en ese momento junto a él, además de otras compañeras que enseguida llamaron al 061, una profesora de sanitaria, Asunción Trevilla, que le atendió desde el primer momento». En primer lugar le practicó la reanimación cardio-pulmonar (RCP) pero sin reacción alguna. Otras dos profesoras de sanitaria, Lola Rico y María José Molina, acudieron rápidamente y se unieron a Asunción para usar el desfibrilador portátil (DESA), que tras suministrarle dos descargas, le salvó la vida. «Cuando llegó el 061 el paciente ya estaba consciente y felicitó a las profesoras por su gran trabajo», señala Antonio Gálvez.

Hace dos años el instituto decidió adquirir un DESA que se sufragó con la venta entre toda la comunidad de pulseras, «ya que la administración no proporciona este dispositivo». Los centros educativos «acogen diariamente a cientos de personas -más de mil el nuestro- y es fundamental contar con los recursos que nos permitan actuar en situaciones de emergencia; el profesorado de nuestro centro se ha esforzado en formarse en primeros auxilios pero sin el DESA no se podría haber salvado a nuestro compañero», indica el director. Por esto, Antonio Gálvez ha remitido un informe a la delegada de Educación para explicarle lo sucedido y recalcar la importancia de tener un DESA en cada uno de los centros educativos.

Hace tres años falleció una estudiante en la Facultad de Comercio de la UMA. Entonces, pocos centros universitarios contaban con desfibrilador. Después de aquel suceso, todas las escuelas y facultades tienen ya un dispositivo DESA para casos de emergencia.

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