Teresa Porras ataca a «los profesionales del absentismo» en Limasam
La concejala de Servicios Operativos subraya determinadas ausencias «no son bajas por enfermedad» y que «si la gente fuese más limpia» se vería más el trabajo de la plantilla
La concejala de Servicios Operativos y Limasam, Teresa Porras, se enfadó ayer en la comisión de Medio Ambiente con la oposición, concretamente con el PSOE, ... por llevar a debatir una iniciativa sobre la empresa de basuras al considerar que se estaba politizando dando cuenta de que esta ya tenía un consejo de administración y un comité de empresa para tratar los asuntos laborales. Fue entonces cuando contestando a ambas críticas de las ediles socialista Begoña Medina y de Unidas Podemos Paqui Macías, Porras subrayaba, a su juicio, los grandes problemas de Limasam. «Si no hubiera tanto absentista no necesitaríamos tanta gente limpiando y si la gente fuese más limpia se vería su trabajo (el de los operarios)». Es más añadía: «Aquí lo sabemos, en la empresa, y ellos lo saben, que hay gente absentista, profesionales del absentismo», aunque en su discurso dejaba ver que eran algunos, no todos, y añadía que las ausencias, «por supuesto, no son bajas por enfermedad» para pasar a decir que «todos los que están trabajando y tienen nómina deben ir a trabajar». Pese todo, Porras subrayaba que si la ciudad estaba más limpia en los últimos años era por los trabajadores de Limasam. Explicaba que había ido a ver un barrio y observado cómo se había limpiado desde las seis y media de la mañana, volvía a las cinco de la tarde, y no era posible que estuviera «lleno de cacas de perros, las mascarillas tiradas en el suelo, los dodotis, te encuentras de todo». La edil popular les decía a los empleados presentes que su consejo es que fuesen a la empresa porque lo primero que había hecho Medina era hacerse una foto con ellos para subirla a Twitter. «Vayan ustedes a su empresa y los trapos sucios a ver si somos capaces de limpiarlos dentro y no fuera», les sugería al tiempo que les aseguraba que no tenía ninguna petición de cita para reunirse con ellos.
Intervenía en la comisión de Medio Ambiente uno de sus trabajadores, concretamente una empleada fija a tiempo parcial, África Jiménez, quien explicaba que había así 189 personas en esta situación y subrayaba que la falta de personal era lo que provocaba la precariedad del servicio, por lo que pedía que se regularizara la situación de su grupo para mejorar la limpieza, a lo que la concejala socialista Begoña Medina añadía que los 12 millones de ahorro que ha supuesto la municipalización de Limasam en 18 meses no habían revertido en reforzar la limpieza ni en tener equipos más modernos para realizar este trabajo en la ciudad.
La portavoz de Unidas Podemos, Paqui Macías, iba más allá y afirmaba que en todo este tiempo el gerente de Limasam, Raúl García Paine, no había dado cuenta de si la empresa tenía un plan estratégico ni lo había enseñado, y pedía que se avanzara en el tratamiento de residuos porque la ciudad iba a tener un problema para cumplir la normativa europea. «En resumen, para usted los trabajadores son muy flojos y la gente es muy puerca», le espetaba a Porras, a quien le pedía un poquito de autocrítica, «que le vendría muy bien». La edil popular le contestaba enojada pidiéndole que no pusiera en su boca palabras que no había dicho. «Los trabajadores de Limasam hacen su trabajo y a los ciudadanos le corresponde hacer el suyo», puntualizaba.
La portavoz naranja y socia de gobierno del PP, Noelia Losada, indicaba que la moción que llevaba el PSOE era toda una intromisión en las funciones del gerente de Limasam, y subrayaba que su partido no estaba a favor de municipalizarla puesto que estaba en contra de lo que hacía el 90% del país, pero que una vez llegado a este punto le deseaba todos los éxitos a la empresa y se alegraba de que la pasada junta de gobierno local hubiese aprobado la construcción de una planta de tratamiento de biorresíduos en Los Ruices.
Finalmente, con rifirrafe incluido entre Porras y Medina porque la primera decía que la segunda había afirmado que los empleados de Limasam no trabajaban, y esta lo negaba haciendo incluso uso de un ruego al final de la comisión, la mayoría de los puntos de la iniciativa socialista no salía adelante, a excepción del sexto acuerdo, que se refería a instar a Limasam «a mejorar los canales de comunicación con los trabajadores de la empresa en aquellos aspectos que les afecten». Aún así, en la comisión de Medio Ambiente una cosa quedó meridianamente clara: la comunicación de Porras con ellos, sin filtros, fue de lo más fluida.
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