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David Guerrero fue visto por última vez la tarde del 6 de abril de 1987 al salir de su domicilio SUR.ARCHIVO
La policía reabre el caso del 'niño pintor' de Málaga y reconstruye la investigación de hace 33 años

La policía reabre el caso del 'niño pintor' de Málaga y reconstruye la investigación de hace 33 años

La Unidad Adscrita a los juzgados está ordenando todo el expediente para revisar el asunto a la luz de los nuevos procedimientos policiales

Jueves, 13 de febrero 2020, 00:57

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En el mundo anglosajón se conoce como 'cold case', cuya traducción literal es 'caso frío'. El método, ampliamente estudiado en criminología, consiste básicamente en revisar, años después, una investigación sin resolver para buscar, desde una óptica policial diferente y a la luz de los nuevos procedimientos científicos, alguna pista que ayude a resolverlo.

Eso exactamente es lo que ha ocurrido con la desaparición de David Guerrero Guevara, el 'niño pintor' de Málaga, en paradero desconocido desde el 6 de abril de 1987, cuando tenía 13 años. Según ha podido saber SUR, la Policía Nacional ha reabierto el caso y está reconstruyendo, paso a paso, la investigación que se hizo hace casi 33 años en busca de algún cabo suelto del que tirar.

El caso se archivó de forma provisional el 16 de julio de 1996, tal y como consta en una resolución del Juzgado de Instrucción número 10 de Málaga a la que ha tenido acceso este periódico. La ausencia de nuevas líneas de investigación y la prescripción de los posibles delitos convirtió el sobreseimiento en firme. Judicialmente hablando, es un caso cerrado.

Colaboración ciudadana

Si alguien dispone de información sobre el caso, se ruega que contacte con el 091 de la Policía Nacional. La familia también pone a disposición el móvil 695 929 909.

De hecho, la familia de David tuvo que pasar por el trance de darlo oficialmente por fallecido para desbloquear la herencia tras la muerte del padre. Para su madre, Antonia Guevara, solo era un trámite legal y afirmó entonces, y ahora, que no pierde la esperanza de volver a ver a su hijo: «Hasta que no se demuestre otra cosa, esperamos que regrese».

Pese al archivo judicial del caso y la declaración oficial de fallecimiento, el asunto, los viejos legajos de la época y algunas gestiones posteriores, han permanecido todos estos años en la bandeja de «asuntos pendientes» del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional en Málaga, que ha sido el encargado de la investigación desde su inicio.

La búsqueda de David Guerrero sigue activa en Interpol, que la considera una de las desapariciones más desconcertantes por la ausencia de pistas o, al menos, de una hipótesis plausible sobre lo que le sucedió al crío. «Es como si se lo hubiera tragado la tierra, nunca encontramos una explicación», comenta un veterano policía que llevó el caso.

En estos años, cada vez que llegaba un mando nuevo al grupo, seguía la rutina de desempolvar –en los pocos ratos libres que tiene un jefe de Homicidios en Málaga– la investigación del 'niño pintor' y leerse los antiguos legajos del caso. Sin embargo, la ausencia de novedades que ha caracterizado los últimos 30 años de la investigación –se han seguido pistas, hasta las más inverosímiles, por España y por medio mundo, todas sin éxito– ha cambiado de forma radical, curiosamente, después de dar al niño por fallecido.

En abril del año pasado, los responsables de la Comisaría Provincial tomaron la decisión de retomar el caso del 'niño pintor'. Aunque técnicamente nunca se dio por cerrado, al menos policialmente, la realidad es que era una investigación latente que llevaba tiempo encallada. Pero eso ha cambiado ahora. Los mandos de la comisaría malagueña decidieron que el asunto fuese revisado por unos ojos nuevos y un grupo diferente, a ser posible que estuviera fuera del edificio de la Comisaría Provincial. El encargo, la investigación en frío ('cold case'), recayó en los agentes de la Unidad de Policía Judicial adscrita a los juzgados.

Aunque no solía pintar motivos religiosos, el Cristo de la Buena Muerte fue su cuadro más célebre
Aunque no solía pintar motivos religiosos, el Cristo de la Buena Muerte fue su cuadro más célebre

Este grupo de policías nacionales, que tiene su sede en la Ciudad de la Justicia, trabaja desde hace meses en la reconstrucción documental de todo el expediente. El sumario estaba en el Juzgado número 10 de Málaga –que instruyó las diligencias, ya archivadas– y había que cruzarlo con todos los legajos (cinco cajas) que se conservaban en comisaría, y que recogen el ingente trabajo que hicieron los primeros investigadores de la causa. Un puzle de miles de piezas aún por terminar.

Los agentes de la Unidad Adscrita, que llevan casi un año trabajando en el asunto con gran sigilo, están tratando de analizar el expediente desde un prisma distinto, ajeno al procedimiento, sin contaminaciones externas. En esta nueva reconstrucción del expediente están colaborando los agentes del Grupo de Homicidios, que ha llevado el caso todos estos años, y también especialistas de otras brigadas, como los de Policía Científica.

Paralelamente, Jorge Guerrero, el hermano mayor de David, y el periodista Daniel Carretero emprendieron una revisión del caso y, durante meses, se dedicaron a localizar y entrevistar, una por una, a todas las personas de los diferentes entornos del 'niño pintor': amigos, compañeros de clase, el mundo del arte... La familia comenzó a recibir una serie de anónimos, algunos de los cuales también llegaron a comisaría, en los que se aportaba, entre información poco fiable, posibles pistas.

En abril del año pasado, el hermano y el periodista recurrieron a SUR para pedir la colaboración ciudadana en la búsqueda de un nombre, Gervasio, un hombre vinculado a la peña El Cenachero, adonde David tenía que haberse dirigido aquella tarde para recibir sus clases de pintura. Según el informante anónimo, Gervasio estaría presuntamente implicado en la desaparición del menor.

La noticia generó un grandísimo revuelo porque, por primera vez, después de tres décadas, podía tratarse de una pista nueva. También consiguieron algunos testimonios que consideran relevantes para la investigación. Localizaron a un testigo que situaría a David en la galería La Maison, en la calle Duquesa de Parcent –se había citado con un periodista local para una entrevista a la que no se presentó–, donde se exhibía esos días el cuadro que pintó al Cristo de la Buena Muerte; y a otros dos testigos, en este caso de referencia, que apuntaban a que el menor fue visto en las escaleras del edificio de la peña El Cenachero.

Esos testimonios podían ser importantes porque, en la investigación oficial que se hizo en su día, la pista del 'niño pintor' se perdía en la misma puerta del domicilio familiar, en la barriada 25 Años de Paz. Su madre lo despidió desde la ventana de la cocina. El crío tenía que coger un autobús para ir al Centro. Ninguno de los conductores de las líneas que podía haber tomado llegó a verlo subir a su vehículo. Y no se localizó a testigos que lo vieran en la galería La Maison ni la peña El Cenachero.

Jorge Guerrero y el periodista Daniel Carretero localizaron otras dos informaciones que situaban a David en el itinerario previsto. La primera, una nota del Gobierno Civil que indicaba que el crío fue visto a las 18.45 horas en la parada de autobús del mercado de Huelin, aunque no especificaba por quién. Y la otra, el testimonio de un antiguo delegado sindical que les aseguró haber visto al niño de pie dentro del autobús, desde la acera de enfrente, en la misma zona.

Con el caso ya reabierto por la policía, se produjo otro desconcertante hallazgo que ha dado lugar a una nueva vía de investigación, aunque es tangencial a la búsqueda de David Guerrero: la famosa caricatura que dibujó días antes de su desaparición. En su momento, la policía la consideró una pista clave –aunque infructuosa– por la aparente similitud entre la fisonomía del hombre al que dibujó y la del ciudadano suizo que fue, durante años, principal sospechoso del caso.

Fue uno de los últimos dibujos del menor y se convirtió en una pieza clave para la policía
Fue uno de los últimos dibujos del menor y se convirtió en una pieza clave para la policía

La vinculación del turista helvético con el 'niño pintor' surgió del testimonio de una camarera de pisos que en 1990, tres años después de la desaparición, declaró a la policía que, cuando limpiaba una habitación del hotel en el que trabajaba, encontró una servilleta en la que podía leerse «David Guerrero. Huelin». Según dijo, ella misma la tiró a la papelera, por lo que nunca pudo ser cotejada ni comprobada esa versión. Aun así, los investigadores solicitaron una comisión rogatoria y viajaron a Suiza para inspeccionar el laboratorio fotográfico del sospechoso, que para entonces ya había fallecido. No hallaron nada que lo relacionara con David.

El pasado octubre, la caricatura apareció en el buzón de Gema, la compañera de pupitre de David en las actividades extraescolares de dibujo y que fue la destinataria del mismo hace 33 años. Ella lo entregó entonces a la policía y no volvió a verlo. Hasta que se topó con él al revisar la correspondencia en su domicilio, que no es en el que vivía entonces y en el que ni siquiera está empadronada.

Al reconstruir el sumario, los investigadores han comprobado que no está la caricatura original, por lo que creen que el documento que acabó en el buzón de Gema es el auténtico. ¿Cómo llegó hasta allí? Otro misterio más, por ahora sin respuesta, en el caso del 'niño pintor', uno de los mayores enigmas sin resolver de la historia policial española.

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