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Están considerados por las autoridades una plaga que hay que controlar, no sólo por el hecho de que irrumpan en las ciudades, sino por una cuestión de más peso zoológico: es una especie que no tendría por qué estar en nuestro medio. Su capacidad para transmitir muchos tipos de enfermedades, la posibilidad de provocar accidentes, daños económicos a jardines o campos de golf... La presencia al alza de este híbrido entre el jabalí y el cerdo doméstico preocupa y mucho. Además, las piaras no paran de 'conquistar' territorios cada vez más urbanos. Esta misma semana se los ha visto campando a sus anchas por el colegio El Monte, en la calle Ferrándiz, y en la calle Paco Miranda, paralela a Cristo de la Epidemia y Manrique. Ya han incluido la Victoria entre sus 'dominios'.
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Los dos vídeos que acompañan a esta información así lo revelan. En el del colegio, se puede ver la mezcla de preocupación, curiosidad y sorpresa de los padres. Están en una zona boscosa del mismo recinto escolar, situado en una de las faldas del Monte Gibralfaro. En las imágenes se puede ver a media docena de individuos y a algunas madres que apresuran a sus hijos para evitar pasar cerca.
«Desde que observamos presencia cercana nos pusimos en contacto con la concejalía de Medio Ambiente. Les comenté lo que estaba ocurriendo. Y me han comentado que han dado aviso al arquero para que acudiese a la zona», comenta a SUR, el director general del colegio, Carlos Pérez- Rioja, que quiere enviar un mensaje de tranquilidad a las familias. En este sentido, ha incidido que se está al habla permanentemente con el Ayuntamiento y, con el equipo de mantenimiento, se han reforzado y comprobado las vallas. La respuesta obtenida por parte de las autoridades municipales es la que se viene constatando en los últimos meses: hay mucha demanda.
El segundo vídeo corresponde a una patrulla de la Policía Local en la calle Paco Miranda, que es de sentido único hacia el campo de fútbol de la Olímpica Victoriana. Los agentes tratan de guiar a un número similar de individuos, de buen tamaño, que van parándose alrededor de los contenedores de basura.
Los cálculos de la Consejería de Sostenibilidad de la Junta apuntan a que habría una población de unos 22.000 ejemplares en la provincia. Censarlos es imposible pero se utiliza una fórmula matemática en relación a las capturas. Han multiplicado por 7 su población en 15 años.
Muchos ayuntamientos han activado planes como arqueros, capturaderos y otras medidas contra esta plaga, pero siempre existe la polémica con los colectivos animalistas.
En Málaga capital son observados habitualmente en zonas como Churriana (donde ya han provocado algún accidente de tráfico), Ciudad Jardín (especialmente en el puente del Conservatorio, donde la gente incluso los alimenta, cuestión claramente prohibida), Hacienda Paredes, Cerrado de Calderón o Limonar. En toda la Costa, se producen numerosos avistamientos, especialmente en áreas de Mijas, Fuengirola y Marbella.
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