Los pisos turísticos también llegan a una de las torres millonarias del litoral oeste de Málaga

El primero de estos pisos turísticos se inscribió el 18 de diciembre del año pasado, en la planta quinta. Y los dos últimos, los de la planta 17, quedaron registrados para empezar a funcionar el pasado 27 de febrero. Por ello, lo más probable es que tendrán que ser dados de baja para cumplir con la instrucción municipal que obliga suprimir la actividad de las viviendas turísticas que no tengan un acceso y suministros independientes del resto del edificio, si fueron activadas por declaración responsable con fecha posterior al 22 de febrero, cuando entró en vigor el decreto de la Junta que faculta a los ayuntamientos para limitar este tipo de alojamientos.

La delegación de Turismo tiene sobre la mesa un listado de 1.120 pisos turísticos que, según Urbanismo, tienen que ser dados de baja por no cumplir los requisitos anunciados por el alcalde, Francisco de la Torre, el pasado 10 de junio. No obstante, según han informado desde la Junta, todavía pueden quedar dos o tres meses para que se complete el procedimiento de anulación del uso turístico de estas viviendas, un proceso novedoso para los funcionarios regionales que requiere otorgar a los propietarios de estos pisos un periodo previo de alegaciones antes de resolver. Desde la Delegación del Gobierno andaluz han señalado a SUR que han estado trabajando con el Consistorio de la capital para «coordinar el procedimiento de baja» de esas más de mil viviendas en el Registro de Turismo de Andalucía «con las máximas garantías jurídicas y el necesario respeto al procedimiento legalmente establecido, que requiere audiencia al interesado».

En el caso de la torre de 71 pisos ya entregada por Metrovacesa en Torre del Río, según la consulta realizada por este periódico a la base de datos del registro de Turismo, podrían permanecer activas seis viviendas turísticas, desde la planta cuarta a la 13, ya que se registraron entre diciembre y el 16 de febrero. En este edificio, el precio más bajo de los pisos fue de 635.000 euros para uno de 139 metros cuadrados situado en la planta tercera, con tres dormitorios y dos baños, y terraza de 44 metros cuadrados. En la planta décima, alcanzaron los 1,2 millones de euros; en la decimoquinta, 1,5 millones; y en la decimoséptima, 2,2 millones de euros. No obstante, también se anunciaron viviendas por más de cuatro millones de euros, sin incluir garaje ni trastero, en plantas superiores como la 19.

A diferencia de esta torre, la construida junto a ella por la promotora marbellí Sierra Blanca, también con diseño del estudio del arquitecto madrileño Carlos Lamela, no tiene registradas viviendas turísticas porque la empresa comprometió expresamente a sus compradores a que no las pudieran destinar a ese uso. «Se prohibió en estatutos con el objetivo de mantener la calidad del proyecto y evitar problemas y trastornos a los residentes. Los estatutos fueron revisados y aceptados por todos los compradores y están muy contentos con la prohibición y la decisión tomada al respecto de prohibir los alquileres turísticos», señalaron desde Sierra Blanca.

En las próximas semanas se van a entregar las viviendas de otro destacado proyecto residencial en la zona oeste de Málaga. Se trata del promovido por Vía Célere, con diseño del estudio de Ángel Asenjo, en el suelo que ocupó el edificio de la Flex, en la avenida de Velázquez. No obstante, en este conjunto de dos torres de 11 plantas para 130 pisos no podrían en principio registrarse viviendas turísticas, tras la instrucción municipal del pasado mes de junio.