La pausa del café
Al profano le sorprende que en los planos de urbanismo una cuarta parte de la superficie de nuestra ciudad esté destinada a uso industrial
Para el ciudadano medio, la experiencia de un polígono industrial se circunscribe a una visita al taller del coche o, como mucho, a la nave ... del polvero con el fin de elegir un azulejo para el cuarto de baño. Por eso, al profano le sorprende que en los planos de urbanismo una cuarta parte de la superficie de nuestra ciudad esté destinada a uso industrial. Son espacios que –funcionalidad obliga– están trazados siempre a escuadra y cartabón, siguiendo un patrón repetitivo.
El Viso es, en este sentido, una excepción: allí hay vías sinuosas cuya directriz responde a una preexistencia del terreno: un arroyo, un talud o un lindero. La calle Rosa de los vientos es un ejemplo; sus curvas propician remansos que la mirada agradece. No es casual que en una de ellas haya una cafetería en la que reponen fuerzas los trabajadores de la zona.
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