La pasarela del Guadalhorce se convierte en una nueva atracción en Málaga

No les falta razón. El puente de madera se ha convertido en una nueva atracción de Málaga, y así lo demuestran los miles de visitantes que han acudido a pie, en bici y con sus perros este primer sábado después de la inauguración oficial, que fue el domingo pasado. Ya antes de cruzarla, al pie, las familias se congregan para hacerse fotos con la estructura de fondo. Una vez sobre ella, lo más habitual son los 'selfies', sobre todo de parejas con el río y el mar de fondo.

Los visitantes, muchos de ellos de la zona de Guadalmar y asiduos del paraje, destacan sobre todo el hecho de que ya no hay que subir al antiguo viaducto de la MA-21 para pasar el río. «Es mucho más cómodo, normalmente venimos en bicicleta y conocemos la zona pero hoy estamos dando un paseo para verlo», indican los amigos José y Juani.

«Ya no hay que subir a la carretera a dar la vuelta», coincide Ana, mientras que Juan José aprecia que con tanta gente los paseantes se deberían acostumbrar a ir por su derecha, y recomienda a los ciclistas que pasen andando «hasta que se tranquilice, porque es muy poco recorrido». De hecho, según pudo constatar este periódico muchos lo hacen, dado que la numerosa afluencia de excursionistas hacía difícil circular en algunos momentos. «Y tiene unas visitas muy bonitas al mar», apunta ella.

Dori y Miguel han acudido con sus tres hijos y el perro desde Benalmádena. «Le estamos dando un homenaje al puente, teníamos muchas ganas de estrenarlo, hemos ido siguiendo las noticias de la obra y en cuanto lo han inaugurado nos hemos venido», dice él. «Está bastante concurrido porque todos nos hemos animado hoy que es sábvado a darle la bienvenida, pero nos ha gustado mucho», coincide su mujer.

Todos los consultados coincidieron en valorar el gusto estético y la utilidad de la estructura, y el único pero, que es colateral a la obra en sí, es la dificultad para acceder desde la zona del Martín Carpena. De hecho, SUR ha podido comprobar que hoy eran muchos los que cruzaban por la rotonda o saltaban por encima de la mediana de la MA-22 para ahorrarse el paseo hasta Sacaba. Urge crear un paso de cebra, el Área de Movilidad es consciente de ello y ya lo ha pedido formalmente al Ministerio de Transportes, que es el titular de la vía.

La pasarela de madera sobre el río Guadalhorce tiene una longitud de 270 metros lineales y un ancho de paso de tres metros, y forma parte del itinerario de la Senda Litoral que impulsa la Diputación Provincial, que ha cofinanciado las obras. «Ahora te pones en Torremolinos desde Málaga en la bici en 20 minutos», confirma un ciclista, que ya le ha visto la utilidad práctica a la estructura.