La parada del metro en la Alameda no se cerrará esta Semana Santa
La estación Atarazanas, que tuvo restricciones el primer año, estará operativa y con refuerzos en las horas punta del Domingo de Ramos al Viernes Santo
De ella, se llegó a decir que iba a ser necesario cerrarla prácticamente en cada evento importante que hubiera en el Centro de la ciudad: ... no sólo durante la Semana Santa, también en la feria, en Navidad y hasta en los carnavales. Su baja capacidad, con vía y andén único, colocó a la estación Atarazanas en el centro de la ciudad, pero también de la polémica.
A la mala fama también contribuyó el hecho de que, pocos días después de su inauguración, el 27 de marzo pasado, ante la llegada de la Semana Santa y con la falta de experiencia previa como telón, se decidiera restringir su uso parcialmente, de forma preventiva, por las tardes, durante las horas punta de llegada de espectadores para seguir las procesiones. Se calculaba entonces el potencial riesgo de acumulación de viajeros, que tendrían pocas vías de evacuación, frente a una Alameda y otras calles adyacentes que estarían cerradas, bien por las tribunas, o bien por las hileras de nazarenos y los tronos pasando.
Al final, el tiempo da y quita razones. Tras la reunión mantenida hoy por parte de representantes de la sociedad concesionaria, Metro de Málaga, Policía Local y Policía Nacional en la capital, se ha acordado que para la presente Semana de Pasión la estación Atarazanas funcionará con plena normalidad, según han confirmado a este periódico fuentes de la Consejería de Fomento de la Junta. Es decir, estará 100% operativa durante todo su horario tanto para las salidas como para las entradas de viajeros.
La única excepción podría ser algún incidente puntual, en el sentido de que, si hubiera una aglomeración masiva a pie de calle en la Alameda, los gestores de esta infraestructura, junto con las fuerzas y cuerpos de seguridad, adoptarían las restricciones que se consideren oportunas, como está previsto en los protocolos de autoprotección.
Durante su primera Semana Santa (2023), apenas unos días después de la inauguración oficial, la estación Atarazanas tuvo restricciones entre el Lunes y el Viernes Santo, entre las 17.30 y las 23.30 horas. En este intervalo, la boca situada frente a la Casa del Guardia no se pudo utilizar para la bajada de viajeros para acceder al Centro Histórico. Los usuarios tuvieron que apearse entonces en la anterior (Guadalmedina), a una distancia de 500 metros, al otro lado del cauce del río y, por tanto, fuera del recorrido oficial.
Pruebas de fuego
La parada de la Alameda sí se podía utilizar en todo momento para la salida desde el Casco Antiguo en dirección a los barrios (hacia El Perchel, Carretera de Cádiz, Cruz del Humilladero y Teatinos).
Sin embargo, a lo largo de los doce meses que casi han transcurrido ya desde la inauguración, el suburbano malagueño se ha enfrentado a varias pruebas de fuego. La más reciente, que ha marcado la pauta para proponer la plena apertura este año, fue la reciente jornada de la Cabalgata de Reyes, cuando el tráfico de pasajeros fue muy similar al del Jueves Santo anterior, y Atarazanas funcionó con normalidad y sin ningún corte. En este caso, fue suficiente con la labor de los trabajadores del metro y de los vigilantes de seguridad para regular el tráfico de entrada y de salida a los trenes.
Refuerzos especiales
Superado este punto, sólo falta por conocer el diseño del plan de refuerzos que se va a acometer este año, que también es especial porque será el primero con toda la flota en la calle, tras la incorporación el pasado septiembre de cuatro trenes nuevos (hasta 18 en total).
De momento, no se espera activar dobles composiciones (dos trenes unidos, que duplican la capacidad), pero sí se operará en las horas punta de llegada al Centro (a primeras de la tarde) con la frecuencia máxima posible, que es el paso de un convoy por las paradas cada poco más de cinco minutos, lo que supondrá movilizar a unas 250 personas en cada composición con esta cadencia.
Por lo demás, si se atiende al plan operativo del año pasado, desde el Miércoles al Jueves Santo, considerados los días más fuertes en cuanto a afluencia de público a las procesiones, los trenes circularán las 24 horas. El resto de jornadas también habrá horarios nocturnos ampliados para llevar a los visitantes y cofrades de vuelta a casa al terminar la jornada.
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