Los padres de Julen transmiten su agradecimiento por el apoyo recibido

A su llegada no quisieron hacer ningún tipo de declaración. Estaban juntos y así aguardaron en la puerta de la sala de vistas hasta que el titular del Juzgado de lo Penal número 9 de Málaga, Ignacio Navas, decretaba audiencia pública. Entre los numerosos periodistas, que tomaban rápidamente posiciones para retransmitir lo que iba a ocurrir, ellos caminaron sosegados hasta la primera fila de la bancada del público.

Sabían que se había alcanzado un acuerdo y que, por lo tanto, no tendrían que declarar una vez más todo lo que vivieron aquel 13 de enero de 2019, en el que el pequeño Julen perdió la vida tras precipitarse por un pozo de más de cien metros de profundidad. Juntos, como siempre lo han hecho, afrontaron la sesión. Escucharon cómo, mediante una afirmación a las preguntas del magistrado, David Serrano aceptaba el acuerdo al que habían llegado las partes –Fiscalía, acusación particular y defensa– y se declaraba culpable de la muerte del pequeño. En concreto, de un delito de homicidio por imprudencia grave.

Era algo que sabían. En los últimos días se había producido un acercamiento entre las partes, pese al distanciamiento que hubo entre Serrano –su esposa es prima de José Roselló y aquel 13 de enero habían ido juntos a la finca a pasar un día de campo a comer un arroz– y los padres de Julen como consecuencia, según insistió Roselló en una entrevista a SUR, de que no apoyaron un informe de la defensa en el que se afirmaba que la muerte del menor la había provocado una piqueta empleada durante las tareas de rescate –un aspecto que fue descartado en el informe final de la autopsia–.

Ese acercamiento y el hecho de que David Serrano pidiera perdón por lo ocurrido en Totalán supone un nuevo contexto que ha permitido alcanzar un acuerdo. Sin embargo, pese a que en los últimos meses el padre insistía en que la relación estaba rota, siempre ha venido asegurando que la puerta de su casa estaba abierta.

Ayer solo quiso atender a los periodistas después del juicio, cuando salía de la Ciudad de la Justicia acompañado de Vicky, como se conoce a Victoria, y de su abogada, Antonia Barba. José fue el único que habló, solo para agradecer el apoyo que han recibido a lo largo de este año: «Me paro aquí para dar las gracias a todos los medios por el apoyo y el respeto que habéis tenido con nosotros». Finalmente, manifestó que «nunca» podrá estar satisfecho con la sentencia que se ha impuesto, porque sucede tras la pérdida de su hijo.

Lo que sí quieren los padres de Julen es poder pasar página tras todo el periplo judicial. En una entrevista a este periódico, Vicky y José insistieron en que están «ilusionados» con tener otro niño y encontrar la felicidad, sin que nunca más «les pase algo parecido» a lo que han vivido con Julen y con Óliver, su otro pequeño que también falleció. Pese a todo ello, tal y como manifestaron el día en el que se cumplió un año de que el pequeño perdiera la vida en un pozo de Totalán, «el dolor por Julen de ayer es el mismo que el de hoy y que el de mañana».