Paco de la Torre responde que no culpan a los vecinos de la limpieza: «Creemos que son ejemplares, cívicos y cuidadosos»
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Los vecinos se quejan de que les llamen «guarros» por la suciedad en los barrios, mientras señalan por contraposición que el Centro sí está limpio. El PP tumba todas las mociones de la oposición sobre LimasamHacía meses, muchos meses, que el salón de plenos no se montaba un vodevil como el de este jueves, que podría haber sido un patio ... de comedias si la tensión no hubiera escalado a niveles tan altos como que los vecinos en la sillería mantenían el griterío por minutos quejándose de la suciedad de los barrios de la ciudad y contraponiéndola con lo limpio que está el Centro de Málaga. Puede haber política detrás de la decena de intervenciones de vecinos, claro, todo es política, es el pleno de la ciudad de Málaga, pero también había vecinas como Mari Carmen Martín, que invitaba los concejales a que se dieran una vuelta por la Palma-Palmilla, «aparte de suciedad, escaleras rotas, coches abandonados con nidos de rata, bichos y todo», y acababa diciendo: «También existimos. Den una vuelta. No nos dejen solitos».
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Este era el tono mayoritario de los que se quejaban mientras que el activista vecinal Ignacio Romera le recriminaba al alcalde de Málaga, Paco de la Torre, la recomendación de la botellita con vinagre para el pipi de los perros y denunciaba que el equipo de gobierno afirmaba que la ciudad estaba muy sucia porque «los vecinos son muy guarros». Esta declaración animaba al alcalde a responderle: «Creemos que los ciudadanos de Málaga son ejemplares, cívicos y cuidadosos. Todos, hablo también en nombre de Teresa Porras». Finalmente, y tras las quejas de la oposición y los vecinos, y la defensa de Porras por parte de los trabajadores de Limasam, el equipo de gobierno del PP tumbaba las tres mociones de la oposición, PSOE, Vox y Con Málaga, en las que se pedía la reprobación de la concejala popular o su dimisión en esta competencia, cierto, pero también se demandaban otros puntos más propositivos, como ellos los llaman.
El nivel de tensión era tan alto, hubo tanto griterío y ofuscación de la sillería, carteles pidiendo dimisiones, que al final, De la Torre 'invitaba' a salir a unos cuantos vecinos, que se iban acompañados por una pareja de la Policía Local. Si cerca de una decena de vecinos se quejaban de la suciedad, un representante de la mancomunidad de Miraflores de los Ángeles, Antonio Jesús García, indicaba que su barriada estaba limpia, y la operaria de Limasam María José Díaz denunciaba que «este revuelo es más político que crítica constructiva» e indicaba que «la única señora que valora nuestro trabajo es Teresa Porras».
Ya metidos en faena, los miembros de la oposición, el portavoz socialista Dani Pérez, se quejaba de la «ineptitud y la mala gestión de Porras» y de sus amenazas a los vecinos por criticar la limpieza con el «ojito» famoso indicando que la calle está sucia, que es palpable y que eso no tiene discusión. La viceportavoz de Vox, Yolanda Gómez, también abundaba en la suciedad de los barrios y le preguntaba a Porras si se había paseado por los barrios de Málaga al tiempo que le pedía que «fuese más humilde» mientras que el portavoz de Con Málaga, Nico Sguiglia, subrayaba que la oposición nunca había dicho que los trabajadores de Limasam no hacían su trabajo, que las competencias eran de Porras, que «suspendía en limpieza».
La concejala de Limasam, Teresa Porras, se defendía diciendo que sus afirmaciones no habían sido por chulería, sino porque es una mujer preocupada por la ciudad, y que le enervaba que dijesen que la culpa 3w de los trabajadores de Limasam. «No me van a sacar de mis casillas, se lo he prometido a mi gente, a la que me quiere», que dijo al modo de Scarlett O´Hara en 'Lo que el viento se llevó', de «A Dios pongo por testigo de que jamás volveré a pasar hambre». Una frase que da cuenta de que la concejala, quizás, se lleva demasiado al terreno de lo personal y lo pasional la gestión política del área.
Finalmente cumplió, Porras indicó que sólo había pedido colaboración a los ciudadanos para que la ciudad esté limpia y volvió a incidir en que cuando hablaba del 'ojito' se refería a los vídeos falsos, «que se puede demostrar que es mentira» y volvía a poner de ejemplo a la viceportavoz de Con Málaga, Toni Morillas, fregando. Indicó que en los últimos cinco años en Limasam había habido una inversión de 52 millones de euros y le dijo a la oposición que cuando se metían con la limpieza de la ciudad «se metían con Málaga y los trabajadores (de Limasam)», eje en el que centró su defensa. No entró, eso sí, en el plan de choque de baldeo que De la Torre indicó este miércoles que el Ayuntamiento de Málaga pondría en marcha si se pueden contratar suficientes hidrolimpiadoras en esta época en el que están tan solicitadas. Así que después de tantas quejas y tanto debate, lo cierto es que no ha habido ningún guiño del equipo de gobierno del PP para mejorar la limpieza este verano con el uso tan intensivo que se hace de la ciudad tanto por los turistas como por los residentes.
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