Nochevieja de terror en una fiesta familiar en Ciudad Jardín: «Os vamos a matar a todos»

La rápida intervención policial impidió que la reyerta pudiera terminar en tragedia. Agentes de la Policía Local de Málaga detuvieron a los dos individuos e intervinieron todas las armas empleadas en el ataque, incluida la pistola, que habían escondido sobre una rueda del coche en el que llegaron al lugar de los hechos. El trasfondo sería una pelea previa que uno de los arrestados había tenido un rato antes con su excuñado, según confirmaron a SUR fuentes cercanas al caso.

Todo empezó a primera hora de la madrugada de Nochevieja en el local donde la familia celebraba el cotillón. Allí, uno de los asistentes a la fiesta se encontró por casualidad con su excuñado, que pasó por la puerta con su actual esposa, y se enzarzaron en una pelea en la que ambos se habrían agredido mutuamente. Tras ello, el segundo se marchó del lugar, pero regresó al cabo de unos minutos acompañado de su yerno –el otro detenido– y de dos familiares –que no tuvieron participación– a bordo de un coche.

El relato de lo que sucedió a continuación proviene de distintos testigos, todos asistentes a la fiesta –y por tanto, de parte–, con los que se entrevistaron los agentes. Según esos testimonios, todos coincidentes, el principal implicado y su yerno se apearon del turismo e irrumpieron en el local. Supuestamente, el primero –el que se había peleado antes con su excuñado– portaba la pistola y el machete, con el que ocasionó un corte en un brazo a uno de los familiares, que tuvo que ser trasladado al Hospital Carlos Haya, mientras que el segundo portaba una estaca con la que golpeó en la cabeza a otro asistente a la fiesta.

Pero la situación más tensa se vivió cuando, según relataron los testigos a la Policía Local, el hombre que portaba la pistola encañonó a un menor de la familia, de 15 años, al que habría apuntado en la cabeza al tiempo que le decía: «O te vas de aquí o te mato». Cuando llegaron los agentes, al adolescente todavía le costaba respirar del ataque de ansiedad que sufrió.

Los primeros policías locales que llegaron al lugar pudieron observar cómo las dos partes aún intentaban agredirse. Los ánimos estaban muy caldeados después de las escenas de pánico que se vivieron dentro del local. Los agentes pidieron refuerzos y se efectuó un fuerte despliegue, al que se sumaron varias patrullas de la Policía Nacional.

Los funcionarios hallaron la estaca de madera junto al local, mientras que el machete apareció tirado al lado del coche en el que los detenidos llegaron al lugar. La pistola les costó más trabajo localizarla, ya que la habían escondido en el hueco entre el guardabarros y una de las ruedas traseras del vehículo. Estaba amartillada (lista para disparar) con dos cartuchos de fogueo en el cargador.