Naranjos y girasoles
Consulado de Ucrania, calle Maestranza
La naturaleza sigue su curso, ajena a los avatares de los hombres. Con una puntualidad de relojero suizo, los naranjos de la Malagueta se cargan ... de incipientes brotes blancos que anuncian la ya inminente llegada de la primavera. Mientras, a la altura del 23 de calle Maestranza, un número inusual de personas se concentran ante el portal de uno de los escasos edificios antiguos que quedan en el barrio. Sobre las cabezas de los congregados ondea una bandera azul y amarilla –azul del cielo y amarillo de los campos de trigo– que indica que estamos ante el Consulado de Ucrania; esto explica la seriedad que manifiestan los rostros y la indiferencia con la que asisten a la floración del azahar en las copas, preocupados como están por cuestiones mucho más perentorias. Todavía queda algún tiempo hasta que veamos florecer los girasoles.
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