El ministro del Interior asegura que la devolución es «la última opción» para desincentivar la inmigración irregular

En este sentido, ha explicado que hay que lograr identificar a los migrantes que llegan sin documentación, algo para lo que es «fundamental» la cooperación con los países de origen. Tras ello, ha señalado que estas personas vuelven frustradas y desmotivadas a su tierra.

Grande-Marlaska ha realizado estas declaraciones durante la inauguración del 'VI Seminario sobre operaciones conjuntas internacionales: Autoridad de Inmigración del Estrecho', organizado por el Instituto de Investigación sobre Seguridad Interior. El acto se ha celebrado en la antigua sede de la Diputación Provincial, con la presencia de la subdelegada del Gobierno en Málaga, María Gámez, el presidente de la Diputación, Francisco Salado, y el director general de la Guardia Civil, Félix Azón, entre otras autoridades.

Durante su exposición, el ministro ha insistido en que la lucha contra la inmigración irregular, y por lo tanto contra las mafias que se dedican al tráfico de personas y a la trata, es «una responsabilidad ineludible» para el Gobierno. Se trata de una batalla en la que ha apostado como pilar por la cooperación internacional, es decir, tanto con los países de origen como con los de tránsito.

Al respecto, ha hecho referencia a la crisis de los cayucos de 2006, donde 32.000 personas llegaron a las Canarias. Esta situación se pudo frenar gracias a esa cooperación, según ha dicho, por lo que ha insistido en que es la solución a la presión migratoria que se vive actualmente en España.

Un fenómeno migratorio «que ha venido para quedarse» y en el que Grande-Marlaska pide más implicación a Europa, para buscar una política común con el objetivo de hacer frente a esta situación. Ha recordado que el 70 por ciento de los migrantes rescatados en alta mar frente a las costas españolas siguen su camino y se marchan a países de la Unión Europea.

Pero esa cooperación internacional no solo debe ser con Europa. El ministro ha asegurado que tiene que extenderse a los países de origen y a los de tránsito, como Marruecos, sobre el que ha dicho que también soporta esa presión migratoria y que ya ha regularizado a 50.000 migrantes de origen subsahariano.

Esa cooperación «tiene que ser de igual a igual», «algo que Europa a veces no entiende correctamente», ha señalado Grande-Marlaska, a la vez que ha precisado que hay que impulsar el desarrollo de esos países.

Finalmente, el ministro ha querido felicitar a los efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por su trabajo en la lucha contra las mafias y en el control de las fronteras. Ellos demuestran «cada día que legalidad y humanidad no son antagónicas sino la mejor manera de contribuir a la seguridad de todos», ha añadido.

Ha defendido el control de las fronteras por parte de los agentes y ha explicado que el hecho del aumento de la llegada de migrantes por en pateras no se debe a deficiencias en su trabajo. «Una vez en el mar, se impone el rescate», ha concluido.