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Vuelve la Navidad, Papa Noel, los Reyes, los regalos. Y con ellos, el capricho de la mascota. Pocos meses después, el cachorro crecerá y se convertirá en un perro adulto, que hay que sacar varias veces al día, dar de comer y llevar al veterinario, y que no puede estar todo el día solo en casa. En demasiados casos todavía, habrá quien termine por abandonar al animal, bien en algún centro de protección animal municipal, bien en alguna ONG que gestione un refugio en la provincia.
En la ciudad de Málaga, la Sociedad Protectora advierte de que entre enero y noviembre se han recogido 873 perros y gatos en desamparo. Lo peor de la fría cifra es que detrás hay una realidad, que ilustra hasta qué punto todavía se está lejos de una buena concienciación social respecto a la tenencia responsable de mascotas.
Y es que buena parte de estos se corresponden con las camadas abandonadas, que pueden suponer la entrada de hasta una decena de ejemplares de un golpe. «Los dejan en cubos de basura, todavía con el cordón, y es casi imposible sacarlos adelante. Además, la madre queda en muy mal estado, con un alto riesgo de enfermedades... ¡Es inhumano!», exclama su presidenta, Carmen Manzano.
400
perros y gatos, junto a otras especies, viven en el refugio de la Protectora de Animales, cuando su capacidad como núcleo zoológico está prevista para 250, por lo que tienen casi el doble.
Así, no extraña que la mayoría de los 20 canes y 9 felinos que han fallecido en estas instalaciones a lo largo del año fueran lactantes, «que no pudieron sobrevivir sin su madre». «Tenemos que insistir una y otra vez en la necesidad de la esterilización; es la única manera de evitar camadas indeseadas y muertes de cachorros».
A esta, se suma una segunda realidad, que es la entrega de ejemplares mayores, que padecen enfermedades graves o que han sido víctimas de accidentes, y cuyos dueños alegan que no pueden pagar las elevadas facturas veterinarias. En este punto, la dirigente animalista alerta de que el IVA de estos profesionales sigue siendo del 21%, lo que encarece mucho cualquier tratamiento.
También hay buenas noticias, que no todo es negativo. El abandono sigue una tendencia descendente en Málaga, aunque menor de lo que sería deseable, y este año se cerrará en el entorno de los mil rescates, frente a los 1.121 de 2023 y los 1.148 de 2022. Casi todos los meses las estadísticas han bajado respecto a los dos anteriores.
El refugio da cabida actualmente a 400 animales, a los que hay que sumar los 74 gatos y 40 perros que viven en casas de acogida, por ser cachorros o por cuestiones de salud, para evitar que se contagien de las enfermedades infecciosas habituales en los cheniles. En cambio, la capacidad como núcleo zoológico está prevista para 250 animales, por lo que hay casi el doble.
También es cierto que han quedado atrás los años en los que había que buscar espacio para acoger a más de 600 ejemplares. «Estamos un poco mejor, hemos reestructurado el refugio, con cheniles para perras recién esterilizadas y hembras en celo, y con eso hemos bajado un poco la capacidad... Pero abandono sigue habiendo casi el mismo», se lamenta.
En este punto, la dirigente animalista advierte sobre casos sangrantes, en los que los ejemplares son devueltos después de haber sido adoptados, generalmente, cuando eran cachorros. No en vano, el último año ha habido nada menos que 43 casos de este tipo (41 perros y 2 gatos). «Adoptan a un adorable cachorro y descubren que crece y no es un peluche... Después, pasar de una casa al refugio es muy duro y cruel».
Si bien el abandono sigue siendo un problema grave, en buena parte se compensa por las adopciones. Sobre 873 perros y gatos que han entrado este año, 855 encontraron una nueva familia. Son por lo general malagueños y residentes locales, mientras que el envío a otros países, que llegó a ser muy importante en otros tiempos, ha bajado mucho.
«Me pregunto si es que ya hemos saturado el mercado... Hay asociaciones que están mandando galgos a Estados Unidos y Canadá». En el refugio quedan los que nadie quiere, sobre todo canes de tamaño grande, que no suelen ser aptos para vivir en pisos pequeños; o de razas potencialmente peligrosas; así como ancianos, enfermos o con problemas graves de conducta.
El Centro de Protección Animal Municipal también recibe numerosos abandonos. En virtud de un convenio con el Ayuntamiento, a fecha de noviembre se han derivado a la Protectora para su cuidado a 153 perros y 8 gatos. La entidad también ha colaborado con la Policía Local en el rescate de más de 70 ejemplares, casi siempre canes, de los cuales, gracias al chip, se ha podido devolver la mayoría a sus familias.
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