Mavi Artillo: «Antes había una feria en el Centro muy divertida, fina y con ambiente sano
«Mis primeros recuerdos son ir en caballo por el Paseo de Parque acompañada de mi padre. Era muy bonito», afirma la empresaria
El verano de la empresaria y emprendedora Mavi Artillo, propulsora de La Temporal – que seguirá vigente en varios espacios de la ciudad sustituyendo el enclave ... de la calle Bolsa– se divide claramente en dos etapas: la de Benagalbón y la malagueña. Empecemos por el principio. Los primeros recuerdos estivales de Artillo se remontan a las trece casas que componen Los Horizontes, en la Torre de Benagalbón, complejo que construyó su padre junto a unos amigos. En aquel lugar el verano pasaba lento, y hablamos de lento como cualidad. «Aquel chalet estaba justo en la playa, y pasaba el tiempo junto a mis hermanos y mis amigos. Por supuesto Lolín, gran amiga desde siempre. Lo que ocurría en aquella zona es que todos los padres se conocían y eran amigos entre ellos, al igual que nosotros, los hijos. Se formaba un gran ambiente todos los veranos», explica ilusionada al recordar grandes meses.
«Recuerdo los campeonatos de pin-pon. Tenía una mobylette, y de hecho tirábamos por el camino viejo de Locea, que ahora ha cambiando muchísimo. También frecuentábamos el cine de verano del Rincón, sin olvidar los campeonatos de tenis», explica entusiasmada.
Aquellos veranos entre los 70 y los 80 fueron buenos para la gran mayoría. Artillo vislumbra todavía el colchón hinchable y su hidropedal, en el que pasaba horas y surcaba los mares de la Axarquía con amigos y familiares. Y es que, cuanto más avanza esta sección, parece que el tiempo de antaño pasaba más lento, y quizá la desconexión tenía que ver mucho con el poco avance de Internet y redes sociales por aquel entonces. El tempo lo marcaban los planes desde junio a septiembre, siendo la feria un punto de inflexión en todos los veranos.
De la Feria de Málaga tiene mucho que decir Artillo, que recuerda cómo comenzó paulatinamente la del Centro: «Mis primeros recuerdos son ir en caballo por el Paseo del Parque, tengo muchas fotos de aquellos entonces, y lo tengo grabado con mucho cariño», cuenta en declaraciones a este periódico, en la que relata que fue testigo de cómo el centro histórico acogía una feria de la que poco queda a día de hoy: «Mi padre fue de los primeros propulsores de este modelo en el Centro.Recuerdo también otros negocios como Carmen Luna o Mariola, que ponían un vinito y aceitunas en sus comercios durante el periodo de feria.La gente pasaba y picoteaba, y se comenzó a crear un ambiente nuevo en el Centro en el que los comercios eran los principales protagonistas».
Al contar esta visión de la feria que fue, se aprecia en el tono de voz que asume que el paso del tiempo es irreversible: «No es que quede poco, es que ya no queda nada de aquella feria del centro histórico fina, divertida y con ambiente sano. Nos recogían coches de caballo desde El Limonar y paseábamos ataviados con nuestras mejores galas. Además, era muy divertida, Onda Radio o El Cortijo de la Duquesa eran espacios en los que se generaba un auténtico ambientazo. Se armaba una buena, eso sí, con gente bien vestida, arreglada y divirtiéndose de manera sana. Desgraciadamente, creo que eso se ha perdido completamente en la que tenemos hoy en día», se lamenta.
Ahora Artillo baja –o sube– poco a esta modalidad. Afirma que el año pasado – sin tiempos Covid de por medio– pasó una jornada muy agradable en Palocortado, en la zona de El Real, pero que solo disfruta un día o dos de esta semana de fiestas malagueñas. Para ella, en esta ocasión, los tiempos pasados sí fueron mejores, y apunta que por aquellos entonces las noches de jarana se terminaban en el chalet de los amigos, que prolongaban la fiesta hasta altas horas de la noche – o la propia madrugada–.
Desde que dejó aquellos veranos en Rincón de la Victoria, Málaga se fue convirtiendo en su espacio para disfrutar de la temporada estival. Son lugares distintos, pero ambos poseen el encanto de la costa y el buen ambiente. Además, no hay que olvidar que Málaga es una de esas ciudades en las que el verano dura más de tres meses. Y querido lector, si lee estas páginas desde aquí – como las escribe un servidor – sabrá de lo que escribo. Ahora tocan veranos diferentes, y este más si cabe, no obstante, escuchar a Mavi hablar de los suyos refresca la ilusión de cualquiera. Todavía son posibles.
La Temporal cambia el concepto al irse de la calle Bolsa
Mavi Artillo, entre otras muchas facetas, es conocida en la ciudad por su faceta de empresaria y emprendedora en La Temporal, un espacio que hasta hace pocos meses se encontraba en la calle Bolsa, en pleno corazón del Centro Histórico.Destinaba el enclave, muy cuidado y decorado con gusto, para acciones culturales y de moda, y poco a poco se fue convirtiendo en un lugar recurrente para pop ups, presentaciones, conciertos íntimos o reuniones culturales. Ahora es tiempo de «renovarse o morir» y Artillo confirma en declaraciones a este periódico que seguirá con el concepto de La Temporal, pero que debido a los alquileres y la poca demanda con la pandemia, se reinventará y lo realizará en distintos enclaves de la ciudad, que ya tiene apalabrados con muchos de sus propulsores. Una buena noticia para el ocio y la cultura en la ciudad, ya que esta empresaria no se da por vencida y, de momento, decide seguir con su proyecto en marcha. Que siga la fiesta.
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