Málaga avanza en su plan para sacar turistas del Centro: escoge dos empresas para promocionar rutas alternativas por la ciudad
El Ayuntamiento invertirá 346.000 euros en divulgar atractivos de La Malagueta, el Soho, Pedregalejo, Tabacalera, Trinidad, Perchel y Los Montes
El Ayuntamiento de Málaga sigue adelante con el reto que se ha marcado para descongestionar el Centro Histórico a nivel turístico mediante un plan para ... promocionar rutas alternativas por la ciudad que deriven los visitantes hacia otros puntos de interés de la capital. A finales del pasado mes de enero activó la contratación de un plan de comunicación y divulgación de esas rutas en cuyas bases admitía por vez primera que el casco antiguo ha llegado a un nivel de saturación turística que resulta insostenible.
Seis meses después, tras un largo procedimiento de contratación al que han concurrido varias empresas y que ha estado frenado por el recurso presentado por una de las sociedades aspirantes, el Consistorio ha escogido ya dos ofertas para que lleven a cabo este servicio, dividido en dos lotes. El primero, que consiste en la ejecución de un plan de comunicación y divulgación de las rutas turísticas alternativas, será realizado por la sociedad Asesoría y Consultoría de Comercialización y Marketing, con sede en la calle Salvago de Málaga, por 310.405 euros y un plazo de ejecución de 14 meses.
El segundo, que supone la creación de un banco de imágenes de fotografía y vídeo para apoyar el plan, ha recaído en la empresa Vrstudio 360, también con sede en la capital, por 36.179 euros, e igualmente con un plazo de realización de 14 meses. Ambos presupuestos suman un total de 346.584 euros para divulgar siete rutas que ha diseñado el área de Turismo municipal para sacar turistas del Centro y dirigirlos a la Malagueta, el Soho, Pedregalejo, Tabacalera, Los Montes y las zonas de naturaleza que rodean a la capital, los vestigios del patrimonio industrial y barrios históricos como el Perchel o la Trinidad.
«Este enfoque permitirá el descubrimiento de nuevas zonas, promoviendo áreas con atractivo turístico que aún no han sido explotadas al máximo, distribuyendo de manera más equitativa los beneficios del turismo. Además, aumentará el valor añadido del turismo en Málaga al ofrecer rutas y experiencias únicas que resalten la riqueza cultural, histórica y natural de la ciudad y sus alrededores», señalaban las bases del contrato que está más cerca de su formalización.
Las empresas que ejecuten este plan para la descongestión turística del Centro tienen que realizar una marca y un plan de comunicación con la creación de una web, contenidos en redes sociales, piezas audiovisuales para subir a YouTube, un programa de embajadores turísticos y acciones con influencers, entre otras medidas de las que deberán aportar resultados. Para el Ayuntamiento, «sin una adecuada estrategia de comunicación, los esfuerzos para redistribuir los flujos turísticos y promocionar nuevas áreas podrían ser ineficaces, perpetuando los problemas actuales de saturación y sus impactos negativos asociados».
Plazo de ejecución
Uno de los retos de esta iniciativa es que tiene que estar desarrollada antes del 30 de abril de 2026, ya que está financiada con fondos europeos del programa Next Generation que obliga a las administraciones beneficiarias a justificar los gastos en un determinado periodo temporal.
En las condiciones para contratar este servicio, desde el Ayuntamiento se admitía que «Málaga en los últimos años se ha posicionado como referente del turismo andaluz, y esto ha provocado una saturación del centro histórico, pudiendo desbordar la capacidad de carga de los servicios». Así, se reconocía que las características del turismo cultural en la capital han provocado «aspectos indeseados, como es una excesiva concentración en el reducido espacio del centro histórico, lugar donde se emplaza la mayor parte de la oferta museística».
«Málaga está experimentando niveles de saturación turística sin precedentes, particularmente en su Centro Histórico. Este fenómeno provoca que ciertas áreas superen su capacidad de carga, afectando negativamente tanto a residentes como a visitantes. El turismo masivo puede llevar a la proliferación de establecimientos gastronómicos de baja calidad, deteriorando la experiencia culinaria tanto para turistas como para locales. Además, la alta afluencia turística en áreas limitadas conduce a la congestión y el uso excesivo de espacios públicos, disminuyendo la calidad de vida de los residentes y la experiencia de los visitantes. La presión turística puede causar la expulsión de negocios autóctonos y de valor añadido, siendo reemplazados por tiendas de souvenirs y otros comercios orientados exclusivamente a turistas. El aumento de turistas impulsa la aparición de alojamientos ilegales o de baja calidad, afectando tanto a la seguridad de los visitantes como a la imagen de la ciudad», argumenta el Consistorio en un informe con el que ha justificado este proyecto.
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