La Junta elabora un plan para reducir el caudal del Guadalmedina y facilitar su uso ciudadano
La Consejería de Desarrollo Sostenible analiza medidas de reforestación y diques para contener el agua que inyectan los arroyos
La Junta de Andalucía parece totalmente decidida a tomar cartas en el asunto de la asignatura pendiente del tramo urbano del Guadalmedina, que ... sigue ofreciendo una de las peores postales de Málaga, marcada en los últimos meses por la presencia constante de agua estancada que genera mosquitos. En los últimos años, ha sido el Ayuntamiento quien prácticamente en solitario ha ido dando pasos para abordar la evidente necesidad de mejorar el río y alcanzar su efectiva integración en la trama urbana. Sin embargo, tras el concurso de ideas celebrado hace casi una década, el Plan Especial del Guadalmedina, basado en la idea de los 'puentes-plaza', se encuentra todavía en una fase inicial de tramitación.
Ante esta tesitura, el Gobierno andaluz ha tomado la iniciativa y, como avanzó este periódico (ver SUR 5/6/2021), de la mano del Consistorio, la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha encargado a la empresa Tragsatec, dedicada especialmente a trabajar para la administración pública, la redacción de un proyecto de restauración del tramo norte del río, desde el puente de Armiñán hasta la presa del Limonero. Esta medida incluye la restauración del cauce, para mejorar sus valores naturales y su capacidad de evacuación de las aguas procedentes de la presa y de los arroyos; y también la creación de zonas de paseo y estancia en las zonas superiores de sus márgenes, a modo de parque fluvial.
No obstante, según ha podido conocer SUR, no se queda ahí la actuación de la Junta respecto al río, y también ha encargado a la misma empresa Tragsatec la redacción de un 'Plan de actuaciones de reducción de aportaciones líquidas y sólidas al tramo urbano del Guadalmedina' que busca aminorar el caudal que puede llegar a acoger su encauzamiento, de forma que se faciliten los proyectos para su uso ciudadano. La elaboración de ese plan, que ha sido contratada por un importe de 301.947 euros financiado en un 80% con fondos europeos, ya ha comenzado y se extenderá durante lo que queda de año y hasta los primeros meses de 2022.
El Gobierno andaluz menciona en este estudio los planes de embovedado del alcalde que por ahora no respaldan los técnicos
Según la documentación aportada por la Consejería de Desarrollo Sostenible, este plan busca concretar las medidas necesarias para disminuir el máximo caudal que puede albergar el Guadalmedina y, con ello, rebajar el riesgo de inundaciones para la ciudad. Según se apunta, actualmente, el cauce está dimensionado para albergar un caudal de 600 metros cúbicos por segundo, una cantidad que se vería superada, en el caso de la mayor tromba que podría producirse con una periodicidad de 10.000 años, por los 500 metros cúbicos por segundo que aportaría la presa del Limonero y los 400 metros cúbicos por segundo de los arroyos que vierten al río aguas abajo de la presa. «La coincidencia de ambas puntas de caudal es remota, pero su ocurrencia agotaría la capacidad del encauzamiento», señala el documento que sienta las bases del contrato.
Así, para reducir esas cantidades, la Junta plantea dos medidas principales: completar la reforestación de la cuenca y realizar diques que contengan el agua de los arroyos. «La cuenca aguas abajo de la presa de El Limonero no se encuentra regulada, a pesar de la existencia de numerosos diques que se construyeron en los años treinta en varios de los arroyos presentes en la misma. Durante esos años, también se proyectaron repoblaciones forestales, las cuales no se ejecutaron al completo», admite la Consejería de Desarrollo Sostenible, que considera «fundamental» que este plan defina «obras de repoblación forestal y construcción de diques para la corrección y restauración de cauces« en ambos lados de la cuenca.
En resumen, el objetivo no es otro que reducir el volumen máximo de agua que puede albergar el cauce para facilitar su uso ciudadano ya sea como parque fluvial, como se ha planteado para su trazado norte, o incluso mediante el embovedado de algún tramo como plantea el alcalde, Francisco de la Torre, y ha quedado recogido en el documento del plan especial elaborado por la Gerencia de Urbanismo, entre el puente de la Aurora y el de Armiñán. Hasta ahora, los técnicos de la Junta en materia hidráulica se ha mostrado reacios a esa opción. No obstante, llama la atención que en las bases de este contrato se apunte que «por parte del Ayuntamiento de Málaga, desde al menos el inicio de los años 90, se ha planteado con distinta intensidad la conveniencia de abordar un embovedamiento o soterramiento del río».
Realizarán un modelo del río en tres dimensiones para calcular con precisión los posibles escenarios
El trabajo encargado por la Dirección General de Planificación y Recursos Hídricos de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible a la empresa Tragsatec busca obtener una información precisa respecto al comportamiento del Guadalmedina y sus arroyos para poder definir proyectos realmente eficaces que permitan reducir el máximo caudal previsto y, con ello, dar un mayor margen de seguridad y maniobra a las operaciones que se planteen para su integración en la ciudad. Así, el plan encargado incluye como trabajos, entre otros, estudiar la propiedad y las expropiaciones necesarias para las obras que se determinen, el apoyo técnico para la tramitación ambiental del proyecto, ensayos y estudios geotécnicos, y la elaboración de un modelo en tres dimensiones del río que permita medir con precisión los posibles escenarios en relación a la eficacia de las medidas de restauración forestal y construcción de diques que se propongan.
Esa modelización en tres dimensiones se llevará a cabo en tres tramos diferenciados: Desde la presa del Limonero hasta el desarenador situado en el entorno de puente de la Rosaleda; un segundo tramo desde ese punto hasta la desembocadura en el que, según se explica desde la Junta, «dispone de una solera de hormigón en la mayor parte de su trazado»; y un tercero en el que «se aumentó la pendiente para evitar que la lámina de agua afectara a los puentes». Asimismo, Tragsatec elaborará los modelos hidrológicos de las cuencas de arroyos que vierten sus aguas en el encauzamiento del Guadalmedina, de forma que pueda saberse con la mayor exactitud las actuaciones necesarias para reducir la erosión de los cauces, mejorar su estabilidad y laminar el agua que llega hasta el tramo urbano del río, concretando igualmente el coste de estas medidas y sus plazos de ejecución en el tiempo, junto con las obras auxiliares necesarias.
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