La familia de García Morato habla
María José Larrea, nieta del aviador franquista, afirma que no están de acuerdo «en exhumar los restos» , pero que harán lo que diga el Obispado. La Diócesis no se pronuncia
La comisión de la Memoria Democrática del Ayuntamiento de Málaga acordaba anteayer instar a la Diócesis de Málaga a iniciar los trámites para la exhumación ... de los restos del aviador franquista Joaquín García Morato, una propuesta que partía del grupo socialista para cumplir un acuerdo plenario de julio de de 2018. Conviene rescatar lo que ocurrió ese día y en esa votación, a la que ha tenido acceso este periódico a través de las actas. En concreto, PSOE, Málaga Ahora y el concejal no adscrito votaron a favor, mientras que el PP votó en contra y Ciudadanos se abstuvo en este punto en concreto. 15 a favor, 12 en contra, por lo que el acuerdo salió aprobado.
La decisión que tomaba la comisión de la Memoria Democrática para instar a que se cumpla este acuerdo suponía un golpe de efecto inesperado, que ayer el alcalde Francisco de la Torre intentaba matizar explicando que sólo trasladarán al Obispado los acuerdos plenarios, y que sobre este asunto, el de la exhumación de los restos del militar del bando nacional, «lógicamente el Obispado, la iglesia del Carmen y la propia familia tendrán mucho que decir». Tras esta afirmación, la familia del comandante, que hablaba ayer por boca de su nieta María José Larrea García-Morato (descendiente de la hija mayor del militar, María José García-Morato Gálvez), afirmó a esta sección: «Por supuesto que no estamos de acuerdo con esta medida, pero haremos lo que diga el Obispado».
En esta línea, María José Larrea explicaba que la familia enterró a su abuelo en el cementerio de San Miguel (el 8 de abril de 1939), y que fue en 1971, a instancias del Ejército del Aire, cuando se trasladaron sus restos a la iglesia del Carmen.
En cuanto a la Diócesis de Málaga, este periódico también sondeó ayer su posición y se limitaron a decir que no iban «a hacer de momento ninguna declaración al respecto». Así las cosas, es difícil discernir que pasará con este acuerdo, aunque si nos ceñimos a que nada se ha hecho todavía para cambiar el rótulo de la avenida Carlos Haya (cuñado de García Morato) aprobado en diciembre de 2017, no es difícil barruntar qué pasará ahora con esta otra cuestión.
Larrea, por su parte, explicaba que lo que más preocupaba a la familia es que se esté acusando a su abuelo de realizar bombardeos en la carretera de Almería. Y sobre este punto, indicó que pedirá la ficha del comandante al Ejército del Aire, y abundó en que es bien sabido su abuelo pilotaba un caza y que éstos no bombardeaban a la población. Se refería en concreto a las declaraciones hechas por el portavoz socialista, Dani Pérez: «Participó en la masacre de decenas de miles de personas y ayudó a los mismos bombarderos nazis e italianos que persiguieron y asesinaron a la población civil, como le sucedió a los malagueños que se echaron al camino hacia Almería, más conocido como la Desbandá».
En este punto, explicó que cuando ocurrió la Desbandá, García Morató estaba librando la batalla del Jarama, en Madrid, por la que el régimen le condecoró con el título de conde del Jarama y la cruz laureada de San Fernando. Tras consultar fechas son las siguientes: la Desbandá fue del 7 al 12 de febrero de 1937; y la batalla del Jarama, del 6 al 27 de febrero de 1937.
Sobre la figura de su abuelo afirma que sí que es cierto que estaba en el bando nacional porque era el afín a sus ideas, y que «obviamente participó en acciones de guerra, pero que no bombardeó a la población». «Él era capitán, una graduación que todos los que conocen el Ejército saben que cumplía órdenes», añadía María José Larrea como pliego de descargo.
Dani Pérez: «Debe cumplirse la ley de Memoria Histórica»
El portavoz socialista Dani Pérez, cuyo partido elevó la propuesta a la citada comisión, exigió ayer que se cumpla la Ley de Memoria Histórica, que los restos de García Morato salgan de la iglesia del Carmen y «que se haga con reparación y justicia». En esta línea, puntualizó: «el señor De la Torre sólo tiene dos opciones, o ponerse del lado de la ley, o ponerse del lado de aquellos que, con la connivencia del franquismo, quieren que continúen allí los restos».
La edil de Cultura, Noelia Losada, que junto a la portavoz del equipo de gobierno Susana Carillo asistieron a la comisión de Memoria Democrática, en la que se llegó a estos acuerdos, afirmó: «La comisión hay que convocarla con regularidad, tratar todos los temas que se traigan y cumplir con las leyes de memoria histórica. Pero sobre todo, falta la gran reivindicación de cambiarle el nombre a la avenida Carlos Haya«. Precisamente, ésta es una medida que impulso su grupo, Ciudadanos, en el pasado mandato para que pase a llamarse Camino de Antequera.
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