Expertos de la UMA controlarán la explotación del gran 'pantano' subterráneo para evitar que se deteriore
Emasa ya ha finalizado las pruebas de llenado de la tubería que conecta en tres tramos con El Atabal y espera poner en servicio los pozos en unas semanas
Es un gran acuífero aluvial en el entorno del río Guadalhorce. Se compone de decenas de pozos que en su día quedaron en desuso. Ahora, ... la Consejería de Agricultura y Emasa han recuperado y conectado con la desalobradora de El Atabal cinco de ellos en el marco del Plan de Sequía. Lo importante es que esta fuente de tranquilidad extra, que podría aportar al año cantidades similares a las que caben en embalses como el El Limonero o Casasola, no se esquilme. Y es que los acuíferos siempre se enfrentan al riesgo de sobreexplotación y de contaminación por filtraciones.
Emasa activó un concurso a principios de verano para que sean expertos en hidrogeología quienes marquen las pautas para explotar estos cinco pozos (Perales 3 y Fuente del Rey 2). Sobre el papel, podrían aportar a la red hasta 800-900 litros por segundo. Es mucho, dado que la capital necesita 1.500-1.650. Pero no hay que 'matar a la gallina de los huevos de oro' y, entre otras cosas, se trata de determinar qué caudal de aprovechamiento es el óptimo, dónde se cruzan las curvas del interés por suministro y el de la protección ambiental.
El contrato se ha adjudicado por 224.000 euros prácticamente y tiene un plazo de ejecución de dos años y medio. Ese tiempo de inicio de servicio de los pozos del Bajo Guadalhorce es considerado estratégico para comprobar el comportamiento del sistema.
Inversiones
La recuperación de estos pozos ha supuesto una inversión de unos 16 millones de euros, de los que la Junta ha invertido el grueso. La actuación ha servido para adecuar los acuíferos y sus sistemas de extracción, así como canalizaciones, electricidad, depósitos...
«Se establece así la necesidad de poner en marcha los trabajos de caracterización del funcionamiento del acuífero, así como la evaluación de los recursos hídricos subterráneos y su protección frente a la contaminación. Se pretende avanzar en la búsqueda de soluciones técnicas con las que mejorar la gestión y gobernanza de los recursos, garantizar el agua en algunas zonas, o la conservación de los espacios naturales dependientes de las aguas subterráneas, sin olvidar las aportaciones científicas y técnicas con las que mitigar las consecuencias adversas que, en la mayoría de las ocasiones, provoca la presencia de sustancias contaminantes en el agua subterránea», incluía el pliego de condiciones técnicas.
Se analizarán múltiples parámetros, entre los que se encuentran posibles patógenos como bacterias y hongos; distintos niveles químicos del agua; posibles contaminantes, etc. Del mismo modo, se quieren utilizar sondas y tecnología para tratar de tener una imagen aproximada con la geometría y límites del acuífero.
Tres tramos de tubería
En estos días, Emasa ha completado los trabajos para llenar la tubería desde los pozos a El Atabal y afina algunos inconvenientes técnicos de manera que en cuestión de semanas ya suministren los pozos. Cabe recordar que la canalización entre los pozos, situados junto al aeropuerto en un caso y en el polígono Santa Teresa en otro, y la desalobradora de El Atabal tiene tres tramos.
El primero de ellos es nuevo y se ha ejecutado con la obra de los pozos. Va hasta Mercamálaga aproximadamente. El segundo tramo, desde ahí hasta Famadesa, es una tubería antigua que no estaba siendo utilizada para abastecimiento y que Emasa ha recuperado. Aquí se están subsanando algunas incidencias. Y el último, es parte de la tubería de agua bruta que está en servicio y que trae agua desde la presa del Tomillar o Pilones (Campanillas) hasta El Atabal.
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