La cifra de los 'sintecho' en la capital se dispara hasta las 357 personas

Esta plataforma suma el esfuerzo de colectivos de referencia en la lucha contra la exclusión, caso de Accem, Adoratrices-Málaga, Arrabal, Asimas, Asociación Marroquí, Cáritas, Comedor Santo Domingo, Cruz Roja, Hogar Si / Fundación RAIS, Málaga Acoge y San Juan de Dios.

Los datos que ahora presentan no invitan al optimismo. En primer lugar por la desprotección extrema en la que viven estas personas. Pero sobre todo porque el número de sin techo se ha disparado durante la pandemia hasta llegar a las 357 personas que se encuentran en situación de calle o acogidas en los recursos de emergencia que se han habilitado durante la pandemia. Esta cifra representa un 224% más de afectados con respecto a los datos que se manejaban antes de la crisis del Covid-19, cuando las autoridades municipales contabilizaban alrededor de un centenar de personas en situación de calle cada día.

En este escenario, los colectivos sociales integrados en esta agrupación han reclamado un plan municipal para que no sigan siendo estas personas «los grandes olvidados de la crisis». Y ponen su investigación en la base desde la cual hay que empezar a trabajar. El estudio, impulsado para conocer cómo se han visto afectadas las personas sin hogar y cuáles son sus necesidades en los momentos en los que comenzaron articularse las respuestas institucionales ante las consecuencias sociales producidas por la crisis, se llevó a cabo entre el 18 de abril y el 25 de mayo por el equipo de profesionales de la agrupación mediante cuestionarios semiestructurados.

La primera de las conclusiones ha sido este aumento del 224% en el número de personas que se encuentran la calle. Sin embargo, añaden los responsables de la investigación, esto no quiere decir que estas personas hayan caído en el sinhogarismo a raíz de esta crisis. «Al contrario, el 45,38% de las personas entrevistadas llevaba más de 1 año en situación de sinhogarismo y el 27%, más de 3 años. En el otro extremo, únicamente el 11,20% señalaba menos de 1 mes en esta situación», recoge el estudio.

Otro de los hallazgos de este estudio ha sido que el drama de los sintecho cada vez tiene más rostro de mujer. En este sentido, una de cada cuatro personas sin hogar es ya una mujer (22,13%). Además, el 36,70% de ellas se encuentra en situación de sinhogarismo relativamente desde hace poco tiempo (entre 3 meses y 1 año); si bien también es significativo el porcentaje de las mujeres que llevan más de 1 año sin hogar: 35,44%.

Desde el lado de la crítica, la investigación denuncia que han fallado los mecanismos de respuesta durante la crisis : 179 personas entrevistadas -el 50,14% del total- se encontraban en situación de calle durante la crisis. Esto refleja, según los impulsores del estudio, que las personas sin hogar «han sido las grandes olvidadas de esta crisis». «Sin posibilidades de llevar a cabo el confinamiento como el resto de la ciudadanía, sin apoyos sociosanitarios y sufriendo, además, las multas como consecuencia de su situación de calle«, añaden. Además, denuncian que ya antes de la pandemia no existían soluciones eficaces para acabar con esta situación de los sintecho y la dificultad a la que se enfrentan estas personas a la hora de acceder a recursos sociales.

En el capítulo de las soluciones, el informe exige respuestas adecuadas, «basadas en viviendas normalizadas con apoyos profesionales para estas personas, tanto para aquellas que continúan a día de hoy en la calle, como para aquellas que, cuando acabe el estado de alarma, deban abandonar los centros que se han habilitado por parte de las distintas Administraciones. No parece admisible que la única respuesta sea que estas personas vuelvan a la calle de nuevo«, subrayan.

En este sentido, y en virtud del estudio realizado, el 81,23% de las personas demandan recursos basados en viviendas normalizadas con apoyo profesional, incluyendo centros con atención sanitaria dirigida a tratar adicciones, discapacidad y enfermedades crónicas. Además, y tal y como ha venido siendo habitual por parte de las personas que carecen de una vivienda, siguen experimentando un rechazo frontal a centros colectivos como albergues, «que además de no dar soluciones definitivas (las personas duermen y comen, pero se ven obligadas a pasar el resto del día en la calle), son ineficaces , dan cobertura a una minoría de la población y no permiten el desarrollo de un proyecto de vida que incluya el acceso a derechos básicos», concluye el informe.