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El Ayuntamiento de Málaga está «muy satisfecho» con las obras de adecuación para hacer uso de los pozos de Aljaima y Fahala así como los del Bajo Guadlhorce, de tal forma que los primeros podrían abastecer con 300 litros por segundo a la capital y ... los segundos, 800 litros por segundo, de tal forma que en momentos puntuales podrían estar llevando a la estación del Atabal para el consumo doméstico de la capital un total 1.100 litros por segundo de los 1.500 litros por segundo que se necesitan para abastecer a la capital, como explicó la concejala de Medio Ambiente, Penélope Gómez.
Gómez subrayó que gracias a las últimas lluvias, Málaga había aumentado sus reservas hídricas en los pantanos de un 16% a un 28% y que esto había posibilitado que la situación de sequía fuese de menor gravedad de tal forma que el consumo por habitante y día ha pasado de 160-180 litros a los 200 litros , aunque subrayó que la capital cumplía con creces los anteriores parámetros y que actualmente está en 169 litros por persona y día. Esto ha sido posible, como añadió, porque Emasa ha acometido 30 actuaciones de control de fugas y la bajada de la presión del agua en la capital, lo que está suponiendo un importante ahorro del líquido elemento.
De las obras de adecuación de los pozos del Bajo Guadalhorce para ponerlos en servicio, la concejala de Medio Ambiente indicó que, con 60 metros de profunidad, están dando mucho más caudal del que se esperaba, en concreto 800 litros por segundo, y que para verano, concretamente en el mes de junio, podrían estar los seis pozos en funcionamiento.
Con respecto a las mejoras hidráulicas que deben realizarse en la capital para superar futuras sequías, de las que el alcalde de Málaga, Paco de la Torre, dijo que era vital la presa de Cerro Blanco (río Grande), Gómez incidió en esta infraestructura porque serviría para evitar inundaciones, entre ellas aminorar las que sufren cíclicamente en Campanillas, así como solventar un problema que irá en aumento con el proceso del cambio climático como es la sequía. De esta presa, afirmó, se estudian dos opciones: que tenga una capacidad de 25 hectómetros cúbicos (como la presa del Limonero), o que la doble hasta los 50 hectómetros cúbicos. La concejala de Medio Ambiente, que es ingeniera de Caminos, subrayó que durante mucho tiempo se han denostado las presas (fundamentalmente por los movimientos ecologistas y conservacionistas), pero que se había demostrado que tienen una importante función para evitar las inundaciones en distintos puntos conflictivos así como que son esenciales para abastecer de agua a la población.
De la presa de Cerro Blanco, Gómez avanzó que están en la actualidad preparados los pliegos para sacar a concurso el estudio de alternativas, que será el que determine con qué parámetros, capacidad de embalse y ubicación deberá proyectarse la citada presa, y que con esta matriz multicriterio, a lo que se suma el coste económico, se determinaría cuál es el mejor proyecto. No obstante, en una infraestructura hidráulica de estas características, subrayó, hay que pensar a medio plazo, ya que una obra así al menos estaría estimada en diez años por todos los procesos burocráticos, entre ellos el estudio de impacto ambiental, que debe pasar.
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