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El 'Bockchain' es un gran desconocido para la mayoría, y los que han escuchado hablar lo relacionan sólo con las criptomonedas. Pero también puede tener funciones puramente sociales. Esto es lo que pretende el proyecto Confía, liderado por Endesa junto con el Ayuntamiento de Málaga (áreas de Derechos Sociales y Nuevas Tecnologías); la UMA y Alastria, entidad que impulsa esta nueva tecnología a nivel nacional.
Básicamente, se trata de evitar que a ninguna familia vulnerable le lleguen a cortar la luz por impago de facturas, gracias al flujo de información compartida en tiempo real entre la compañía y el departamento municipal de bienestar social, que ayuda a los hogares necesitados. Se está probando en la capital malagueña y si funciona se extenderá a otras.
«Confía es un proceso muy complejo de intercambio de información confiable y segura entre instituciones y empresas, a través de 'Blockchain'», explica José Mínguez, responsable de Innovación de Endesa Energía. Hasta ahora, los técnicos municipales tenían que cruzar correos electrónicos, hojas de cálculo y muchas llamadas telefónicas para estas gestiones con la compañía. «Es un problema para los servicios sociales, que en vez de dar atención a las personas vulnerables tienen que hacer cuadres de información, con lo que pierden mucho tiempo», comenta. Al introducir esta tecnología, el sistema es compartido y en tiempo real todos los agentes implicados acceden siempre a la misma información.
El sistema se ha diseñado de forma colaborativa entre todos los participantes, como una solución para automatizar la gestión de la pobreza energética y los pagos asociados a estos clientes. Está finalizado y desde ahora hasta final de año se está probando con casos reales de Málaga para comprobar sus beneficios. La aspiración es que se llegue a convertir en una red nacional de gestión de la pobreza energética. De momento, ya hay otras seis ciudades interesadas en sumarse a la iniciativa.
La perspectiva práctica del día a día la aporta José Antonio Jiménez Soto, trabajador social del Ayuntamiento de Málaga que forma parte del equipo que lo está desarrollando por parte de Derechos Sociales. A su juicio, Confía aporta a dos niveles: para la persona con problemas en el pago de la luz; y en cuanto a los trámites a seguir para poder asumir la factura por parte de las arcas municipales (en los casos que se aprueben).
La persona que no puede hacer un pago de luz ahora tiene que acudir a los servicios sociales con la factura completa y tener un conocimiento del alcance de su deuda. «Para muchos ciudadanos es muy difícil tener esa documentación completa, normalmente sólo traen una parte y nosotros tenemos que hacer las indagaciones». En cambio, con el nuevo sistema el demandante, si ya es usuario, no tendría ni siquiera que desplazarse a las oficinas. «Con Confía puedo ver si ya tiene un corte de luz, si está pendiente de corte o con una deuda; así como conocer el importe real, cuántas facturas debe, etc».
Ello agiliza su abono como parte de la ayuda municipal, cuando así se disponga. «Todos los trámites son automáticos y no con el cruce de correos electrónicos y llamadas. De tardar días en trámites pasamos a segundos», destaca Jiménez Soto, convencido de las bondades de una tecnología que –añade– está al servicio de las personas y quita colas en la puerta de los servicios sociales.
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