Emasa rehabilitará el depósito centenario de La Florida
Presenta daños en el hormigón y pierde importantes cantidades de agua. El presupuesto supera el millón de euros
Los depósitos municipales son piezas clave en en rompecabezas que supone abastecer de agua potable a una población como Málaga. La ciudad tiene de momento ... ocho de estos reservorios, que, como es fácil de entender, requieren de estar en perfectas condiciones estructurales y sanitarias para preservar el agua en cantidad y calidad. Así, Emasa cuenta con los depósitos de El Atabal (15.800 metros cúbicos); Suárez (10.800); Palmilla (13.200); Olletas Alto (31.700 metros cúbicos); Olletas Bajo (45.000); Jaboneros (32.000); Florida (18.000), y, con diferencia el más grande y que además cuenta con un huerto solar, Teatinos (91.500 m3).
Sus funciones son las de asegurar un suministro de agua potable constante y confiable. Y permiten una buena gestión de las variaciones en la demanda. Además, se convierten en reservas estratégicas en caso de interrupciones en el suministro, cortes de energía, averías o emergencias.
Algunos son muy antiguos, como el de La Florida. A punto de cumplir el siglo de vida, tiene importantes problemas con el hormigón y con su estanqueidad: pierde agua debido al sellado de las juntas de dilatación. Así que Emasa acaba de formalizar el contrato con la empresa Aplicaciones Diéguez, ganadora del concurso público convocado y al que se presentaron seis ofertas. El presupuesto supera, impuestos incluidos, el millón de euros y el plazo de obras es de cuatro meses.
Características
El depósito se encuentra radicado en la calle Oscar Wilde, esquina Núñez Vela Colmena; esto es, entre Carlos Haya y la Avenida Valle Inclán. Y el proyecto ha sido redactado por la consultora Novotec. «El proyecto contempla una rehabilitación estructural del depósito, la reparación y sellado de las juntas interiores y la instalación de una red de saneamiento para recoger el agua de lluvia que cae sobre el depósito y así evitar que arrastre terreno al viario», recoge el documento, que, a diferencia de la información oficial ofrecida por Emasa, eleva la capacidad del depósito hasta los 30.000 m3.
Las instalaciones están situadas en una planta sótano con una altura de siete metros y medio. «A modo general las patologías que presenta el inmueble y que fueron observadas durante la realización de las inspecciones fueron las siguientes: fisuración de los elementos estructurales de hormigón; oxidación y corrosión de las armaduras, y humedades por filtración. No se aprecian patologías en pilares ni cimentación. Por tanto las mismas se observan en vigas y forjado», se extrae del proyecto.
En suma, hay que sanear, reforzar, aplicar tratamientos anticorrosión y anticarbonatación del hormigón para dejar este elemento estratégico en perfecto estado de revista. Así ocurrió hace tres años con el depósito de Olletas Bajo, en el que la empresa de aguas invirtió 2 millones de euros para reparar sus dos vasos.
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