La ilusión vuelve a las calles de Málaga

La emoción ya se notaba en la calle desde primera hora de la tarde, cuando Sus Majestades, acompañados de los pajes reales, realizaron a pie el recorrido entre la Alcazaba y la Casona del Parque. A su paso, centenares de dedos les apuntaban. «Mira, papá, ¿ese es Melchor?; «a mí el que más me gusta es Baltasar»; «¡Gaspar, no te olvides de lo que te he pedido!». Incluso, alguno ya más adulto reconocía que, tras dos años, la ilusión seguía intacta. «Esto es lo más parecido a la normalidad, aunque llevemos mascarilla», afirmaban.

Tras el habitual protocolo, el cortejo iniciaba su recorrido unos minutos después de las 18 horas desde el Ayuntamiento, para posteriormente encarar el Paseo del Parque. La fantasía habitual daba paso a carrozas de personajes de animación, como el caso de la Patrulla Canina. No en vano, el vehículo que transportaba a Chase, Sky, Marshall y el resto de la pandilla fue uno de los más aplaudidos.

Una hora después de que echara a andar la cabalgata –y en estricto orden–, Melchor, Gaspar y Baltasar subieron a sus respectivas carrozas. Ovacionados por una ciudad que tenía muchas ganas de verlos, los tres Reyes saludaban efusivamente mientras arrojaban los caramelos que abrían las horas más mágicas de todo el año, las que acaban con el rasgado de los envoltorios de los regalos.

Sin embargo, esta imagen de carrozas desfilando no se pudo dar en la provincia, más allá de casos puntuales como el de Ronda, cuyo itinerario se centró en las vías más anchas de la localidad, evitando la calle de la Bola, donde se solían concentrar más personas. La cabalgata inició su camino en la barriada de Almocabar para continuar por las avenidas de Málaga, Martínez Astein y Victoria y las calles Jerez, Virgen de la Paz y Armiñán, junto al Puente Nuevo.

En otras zonas, como en la Axarquía, la situación fue muy distinta. Por segundo año consecutivo y debido a la pandemia, los Reyes Magos tuvieron que adaptar sus visitas a las circunstancias sanitarias. En Vélez-Málaga se celebró una cabalgata estática en el recinto ferial de Prado del Rey compuesta de 26 carrozas, 150 personas de animación y unas 250 en total con los voluntarios. En Rincón de la Victoria también hubo una cabalgata estática y un carnaval de Reyes para todas las edades.

En Nerja la cabalgata salió desde el parque Verano Azul, donde finalizó, mientras que en Torrox, sus Majestades, acompañados por la Peña Motera, recorrieron el casco histórico hasta El Pontil y visitaron Torrox Park, El Peñoncillo, Generación del 27, La Carraca y Venta Espinosa en El Morche en vehículos municipales. Por la tarde las carrozas de la cabalgata recorrieron unos ocho kilómetros del término municipal, desde el Llano de los Frailes de El Morche hasta la plaza de la Constitución. Esta amplitud permitió pasar por grandes espacios que garantizaban la seguridad de las familias.

Por su parte, en Algarrobo los Reyes Magos estuvieron en la zona costera, y posteriormente en el pueblo. En otras localidades del interior de la comarca oriental apostaron también por las cabalgatas estáticas, con horarios de visita de los niños por franjas de edad. Eso sí, en varios pueblos decidieron suprimir las actividades como medida preventiva para frenar la alta tasa de contagios de Covid-19.

En los municipios más grandes del Valle del Guadalhorce, la tarde de Reyes se vivió de manera muy diversa: cabalgatas estáticas, pasacalles tradicional o visita a Sus Majestades con cita previa. Pese a la gran variedad, en todos los pueblos se respiró un gran ambiente e ilusión en una de las jornadas más especiales del año para los niños. Alhaurín de la Torre, Alhaurín el Grande, Cártama y Coín recibieron la visita de los Reyes, que aunque sin moverse de su sitio, repartieron la misma felicidad a los más pequeños.

Una situación similar se vivió en la Costa del Sol. Mijas, Fuengirola, Benalmádena y Torremolinos acogieron también cabalgatas estáticas, las mismas que en Marbella y San Pedro Alcántara comenzaron a media mañana y se prolongaron hasta pasadas las 20.00 horas. Más de una veintena de carrozas y diferentes grupos de animación se desplegaron por las avenidas Ramón y Cajal y Ricardo Soriano y el bulevar sampedreño en un evento que contó con un dispositivo de seguridad específico, integrado por más de 200 efectivos, entre Policía Local, Policía Nacional, Protección Civil, Bomberos y vigilancia privada. En Estepona, la comitiva recorrió las principales avenidas entre un complejo dispositivo de seguridad.

Pero para originalidad, la cabalgata de Antequera. «¡Molletes, molletes!» fue el grito de guerra de las aceras de la ciudad al pasar los Reyes Magos en su cabalgata. Había ganas y se llenaron las calles de gente, de ilusión y de animales gigantes que inundaron el amplio recorrido diseñado este año, una idea que se planteó con el mismo objetivo que el resto de cabalgatas de la provincia. Repartir toda la ilusión y la felicidad posibles.