María Sefidari: «El conocimiento libre tendría que ser un derecho humano»

–La tecnología al servicio del ciudadano. ¿Realmente es posible?

–Sí, y eventos como este de Málaga nos ponen en línea a varios grupos, tecnologías y proyectos que estamos en órbitas similares pero no necesariamente juntos. Así aprendemos unos de otros, vemos las sinergias y sobre todo qué es lo que podemos hacer a partir de ahí. Es verdad que hay muchas tecnologías, pero no todas tienen el potencial de transformar sociedades; de cambiar a mejor.

–¿Y en qué sentido Wikipedia forma parte de ese reto de cambio?

–Wikipedia es un buen ejemplo de esto por imaginar un mundo en el que el acceso al conocimiento sea libre y universal. De hecho ese es nuestro compromiso, el asegurar el acceso a toda clase de conocimiento, y en tu idioma, estés donde estés. Es muy aspiracional en el sentido de que nuestro trabajo nunca va a estar completo porque cada día hay nueva información, pero realmente creo que el conocimiento libre ayuda a la gente a transformar sus vidas y a impulsar cambios en las sociedades.

–Pero esta visión altruista de la tecnología está poco explotada

–Sí, así es. Nosotros por ejemplo en Wikipedia no tenemos anuncios, no trackeamos tus datos, no los conservamos... puedes participar incluso sin haberte abierto una cuenta; y no hay muchos sitios hoy en día que permitan eso. Nuestra misión es no poner barreras: queremos que consultes pero también que des el paso y te conviertas en el agente activo que es capaz de aportar información. Es verdad que tradicionalmente la historia la han escrito las élites, los vencedores; no tenemos esa conciencia de que cualquiera puede participar en la construcción de ese relato histórico.

–Pero que cualquiera pueda escribir obligará a unos filtros muy exigentes para asegurarse que la información es correcta...

–Todos los filtros son a posteriori. Tú puedes publicar, aparece en vivo en ese momento y después cientos de miles de voluntarios en todo el mundo van a verificar que ese contenido no sea vandalismo, o una falsedad... Tenemos también herramientas automáticas que hacen esas comprobaciones. Es una labor muy intensa; y una maravilla porque eso te muestra cómo hay miles y miles de personas que de manera altruista quieren aportar. Ése es el conocimiento libre, que tendría que ser un derecho humano.

–¿Se puede decir entonces que es seguro consultar la Wikipedia?

–Sí (risas), nosotros decimos que eso de que «Wikipedia no es un sitio del que fiarse» es muy del año 2007, porque a día de hoy somos el quinto sitio web más visitado del mundo. Esa conversación ya ha pasado. Y además somos, de entre esos sitios, la única organización sin ánimo de lucro.

–Antes decía que son las élites las que escriben la historia. También los hombres; por eso pusieron en marcha también la iniciativa Wikimujeres...

–Sí, somos conscientes de que tenemos ciertos sesgos sistémicos: una perspectiva muy occidental, masculina... lo sabemos, pero intentamos corregirlos y esa es una de nuestras prioridades. Que haya más mujeres participando y que además se mejore el contenido relacionado con las mujeres... ¿Qué ocurre? Que las mujeres han estado invisibilizadas a lo largo de la historia y es mucho más difícil encontrar información sobre ellas. Pero es verdad que hay iniciativas que tratan de corregirlo. Mencionabas Wikimujeres: yo ayudé a fundar esa iniciativa en España, está también Women en red... Hay que corregir estos sesgos porque en primer lugar la mujer es la mitad de la población, pero también porque ha tenido su papel a lo largo de la historia y sin embargo ésta está escrita por los hombres y además con una visión muy académica desde Europa y Estados Unidos. Por eso Wikipedia es una ocasión maravillosa para que todo el mundo participe.

–Sí, pero no será tan fácil dar el paso y ponerse a crear contenido...

–Es verdad que existe ese bloqueo inicial de decir ¿quién soy yo para escribir la historia?, el reto de la página en blanco, pero todos podemos hacerlo. Hemos encontrado que haciendo los eventos 'off-line', con ese acompañamiento y creando comunidad la gente puede vencer esas resistencias.

–¿Cuál es la proporción de mujeres que escriben y que son protagonistas en Wikipedia en español?

–Tenemos estudios que calculan que alrededor del 16% de las personas que contribuyen a todos los proyectos son mujeres. Y con respecto a las mujeres como protagonistas de biografías, depende del idioma: por ejemplo en Wikipedia en inglés rondan el 16%; mientras que en español es del 20%.

–¿Está la comunidad en español lo suficientemente concienciada de esa necesidad de cambiar el chip?

–Sí, mucho. Hay mucho trabajo que se está haciendo, tanto en España como en América Latina. Hay mucha concienciación, pero eso no quiere decir que esté todo el trabajo hecho. Ya no se discute que la brecha de género tenga que ser una prioridad.

–Resuélvame una duda, ¿quién ha escrito su biografía en Wikipedia?

–¡Pues no la he visto, la verdad! (risas). Me dijeron que alguien la había creado pero no quise verla.