Condenan a 20 años de prisión a los padres de la bebé que murió por «malnutrición severa»
La sentencia afirma que eran conscientes de que no le estaban proporcionando una alimentación suficiente para que pudiera subsistir
El juez plasma en la sentencia el contraste de los cuidados que los procesados en este caso proporcionaban a los diversos perros que poseían con ... los que prestaban a su bebé. A los canes los sacaban con frecuencia a la calle y los atendían con esmero, mientras que a la pequeña no la alimentaron correctamente y murió a los tres meses de edad por malnutrición severa. Por ello, la Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a los progenitores de la fallecida a 20 años de prisión, según se recoge en la sentencia, a la que ha tenido acceso este periódico.
Los progenitores, de 22 años la madre y 27 el padre, eran pareja y fruto de su unión nació la pequeña el 6 de agosto de 2016. Era una niña que pesó 3,680 kilos y medía 52 centímetros. Sin embargo, a partir de ese momento y durante los tres meses de vida de la bebé, los padres le dejaron de prestar los más elementales cuidados de forma deliberada y reiterad. En la resolución se insiste en que eran conscientes de que esa falta de cuidados le podrían provocar la muerte a su hija, algo que aceptaron.
Y es que la recién nacida no fue alimentada correctamente. En este sentido, siempre según se explica en la sentencia de la Audiencia Provincial, los procesados le daban a la pequeña biberones que contenían una cantidad insuficiente de leche maternizada.
Los progenitores de la pequeña han sido condenados por un delito de asesinato
Esto es lo que, pasado el tiempo, provocó en la bebé un estado de «malnutrición severa». De hecho, a los tres meses de vida, la pequeña había perdido peso – pesaba 2,9 kilos– y había crecido solo un par de centímetros.
Al respecto, una pediatra que declaró en el juicio indicó que la bebé estaba muy delgada, pues a su edad tendría que haber pesado unos seis o siete kilos. Además, añadió que una desnutrición como la suya no se produce por dejar de comer dos o tres días, sino como consecuencia de una alimentación deficiente por un periodo temporal muy superior.
Aunque en la sentencia se refleja que los acusados no tenían intención de matar a su hija, sí dice que eran conscientes de que le estaban proporcionando una alimentación insuficiente para que pudiera subsistir. Apunta la situación de «absoluta indefensión» de la niña, ya que sus padres eran las únicas personas que se encargaban de atenderla. Pese a ello, los progenitores continuaron alimentándola mal y nunca acudieron a solicitar asistencia médica pudiendo hacerlo, «ya que les resultaba indiferente que se pudiera morir».
En la resolución se recoge que la bebé sufrió una caída poco antes de su fallecimiento, lo que le provocó un traumatismo cráneoencefálico. Añade que los progenitores no estaban presentes en ese momento y que tampoco la llevaron a ningún centro sanitario para que fuera reconocida.
Finalmente, el día 10 de noviembre de 2016, la menor falleció en el domicilio familiar, siendo la causa fundamental de la muerte la malnutrición severa que sufría, y la causa inmediata una bronconeumonía provocada por la falta de alimentación, pues ésta ocasionó una depresión del sistema inmune e infección terminal. Además, ayudó al resultado de muerte el citado traumatismo.
Por todo ello, los padres de la pequeña han sido condenados como autores de un delito de asesinato. En la sentencia se recoge que concurre la agravante de parentesco.
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