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Los casos de la viruela del mono siguen en retroceso en la provincia de Málaga

Los casos de la viruela del mono siguen en retroceso en la provincia de Málaga

En Andalucía hay 118 pacientes que sufren esta enfermedad infecciosa, según los datos de la Consejería de Salud

Ángel Escalera

Málaga

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Martes, 13 de septiembre 2022, 14:52

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Los casos de la viruela del mono siguen en retroceso y han bajado por décima vez consecutiva en la provincia de Málaga, en la que 28 pacientes tienen esta enfermedad infecciosa, lo que supone una disminución de siete respecto a los 35 del pasado viernes, según datos ofrecidos este martes por de la Consejería de Salud. Sevilla, con 40, se mantiene a la cabeza de este padecimiento infeccioso en Andalucía.

En la comunidad andaluza hay 118 personas contagiadas por el virus de la la viruela del mono (12 menos que cuatro días antes). A los 40 infectados de Sevilla y a los 28 de Málaga hay que añadir 18 en Cádiz, 10 en Granada, 10 en Huelva, seis en Córdoba, tres en Almería y tres en Jaén. Además, 70 casos están en investigación y se han declarado a la Red del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Andalucía (SVEA). Asimismo, 723 enfermos ya se han curado.

La Consejería de Salud ha indicado que se han administrado 913 dosis contra la viruela del mono en los principales hospitales de la comunidad. Todas las vacunas se han administrado con criterio preventivo (contactos o personas con riesgo), no a pacientes infectados. Hasta el momento, se han recibido 1.483 viales en Andalucía.

Incubación del virus

La incubación del virus de la viruela del mono suele durar entre seis y 13 días, aunque en algunas ocasiones es de hasta tres semanas. Esta enfermedad, también conocida como monkeypox, es una infección vírica zoonótica (de origen animal) con características similares a la varicela y a la sífilis secundaria. Suele provocar una enfermedad leve que se transmite por contacto muy estrecho con fluidos y mucosas.

Los síntomas iniciales son parecidos a los de la viruela común, aunque algo más leves. Así, se manifiesta con fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, ganglios linfáticos inflamados, escalofríos y agotamiento. Puede aparecer una erupción, que suele empezar en la cara y luego se extiende a otras partes del cuerpo, incluidos los genitales. La erupción cambia y pasa por diferentes etapas antes de formar una costra que finalmente se cae.

Los primeros contagios se producen por el contacto con animales infectados. Entre humanos, la transmisión es por la saliva, las secreciones respiratorias, por contacto con el exudado de la lesión o el material de la costra y también por las heces.

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