Bosque Urbano Málaga pide la paralización de la subasta de los antiguos terrenos de Repsol

Tras este paso, el colectivo ciudadano ha registrado un escrito de alegaciones para, al menos, dejar constancia de sus discrepancias. Para empezar, critican que la subasta «obedezca a un interés puramente lucrativo y se aparte de los criterios de sostenibilidad ambiental», remarcando que la finalidad de la enajenación de los suelos «no conduce a suplir la carencia de dotaciones y equipamientos públicos, así como de zonas verdes, en los distritos de Cruz del Humilladero y Carretera de Cádiz».

En este sentido, llegan a cuestionar que los terrenos puedan ser vendidos, «ya que forman parte del Patrimonio Municipal de Suelo y, como tales, están sujetos a un régimen de gestión reglado en defensa del interés público».

Además, en el plano puramente económico también alegan que la valoración aprobada supone «un perjuicio y un fraude» para el patrimonio municipal, al poner a la venta los suelos por un total de 53 millones (IVA incluido) frente a los 70,3 millones de euros en los que estaban tasados cuando el Consistorio se hizo con los derechos urbanísticos como pago en especie del dinero que le debía la promotora original del convenio urbanístico.

La parcela más cara, obviamente, es la reservada para un rascacielos de baja más 32 plantas para 190 pisos (9,96 millones de euros sin IVA), seguida por la de 31 plantas para 174 viviendas (9,28 millones) y la de 29 para 164 hogares (8,59 millones). Las tres suman un total de 528 viviendas y 795 plazas de aparcamiento. En cuanto a los dos terrenos de uso comercial, cada uno de ellos sale al mercado por un precio de 7,95 millones de euros, sin IVA, para la construcción de sendos edificios de planta baja más tres con capacidad de 12.622 metros cuadrados construidos.