Un aula para dar voz a las mujeres gitanas en el mundo digital

La charla motivadora que emocionó a los asistentes a la presentación de Edyta

La presentación de la primera edición del curso Edyta, inaugurado hoy en la sede de la Fundación Secretariado Gitano de Málaga, se convirtió en una charla motivacional en la que todos los asistentes acabaron emocionados al escuchar el relato de Teresa Serrano, la responsable de proyectos sociales Fundación Orange, entidad que patrocina este aula digital.

Serrano contó a las mujeres que participarán en esta formación su propia historia de vida para que viesen en primera persona que los estudios pueden llevarlas adonde ellas quieran. «Yo nací en una familia muy humilde, en un barrio de chabolas en la periferia de Madrid; a los tres años, mis padres, por extrema pobreza, tuvieron que dejarme en un internado porque no podían mantenerme. Y allí estuve hasta los 16 años», explica. Al salir del centro, empezó a trabajar. «Trabajaba 13 y 14 horas al día limpiando casas, fregando escaleras y los fines de semana en una fábrica de churros», continuó. Todo, para poder ayudar económicamente a sus padres.

Verse en esa situación, totalmente atrapada en esa vida, le llevó a una profunda depresión que le llevó al hospital. Cuando tuvo fuerzas, decidió que seguiría estudiando para salir de esa situación. Con 23 años se acercó a la escuela nocturna. Ya se habían acabado los plazos, pero cuando le contó a la directora su situación, ella le permitió matricularse porque vio en sus ojos las ganas que tenía de aprender.

Así, trabajando y estudiando, terminó COU. Luego aprobó unas oposiciones y ya como funcionaria se matriculó en Económicas, acabando según dice la primera de su promoción. Ya con un niño de dos años a su cargo, le diagnosticaron por primera vez un cáncer. «Siempre pensé que si había podido con lo que había pasado, saldría adelante», señala, y así fue. Se recuperó y decidió hacer un doctorado, mientras trabajaba y criaba a su hijo, que ya tenía cinco años.

«He llegado a ser profesora de universidad, he luchado por segunda vez contra un cáncer que me diagnosticaron hace ahora un año; y ahora trabajo en la Fundación Orange en algo que me apasiona, en un puesto de responsabilidad; por eso digo a las mujeres que realizan este curso de Edyta que pueden ser lo que quieran», señala. «Que nadie os diga nunca que no tenéis talento», indicó a los asistentes.