La ampliación del aeropuerto de Málaga hasta los 36 millones de pasajeros ya está en marcha

La licitación aprobada, con un coste previsto de más de 36,5 millones de euros (36.525.000, para ser exactos), tiene como objetivo seleccionar a la asistencia técnica que redactará el proyecto de ampliación. Este trámite supone la puesta en marcha de la renovación, que será «la más ambiciosa en estas instalaciones desde 2010 (cuando se inauguró la T3) y supondrá una inversión aproximada de 1.500 millones», según informa Aena.

El documento que resulte de los trabajos de dicha asistencia técnica servirá como «hoja de ruta para el diseño y posterior desarrollo de las actuaciones previstas, por lo que se trata de un paso fundamental». «Más aún si se tiene en cuenta que el aeropuerto seguirá operativo mientras se realicen los trabajos, por lo que la correcta definición de los mismos no sólo será indispensable para garantizar una ejecución diligente, sino también para planificar su coordinación y minimizar la afectación al día a día de las instalaciones», advierte este organismo.

De este modo, se espera que los trabajos para dar forma a los planos para la futura extensión podrá comenzar el próximo año (2026). «Estoy convencido de que esta ampliación es un reto técnico y, a la vez, la oportunidad de consolidar a Málaga como nodo internacional», dijo el ministro, y puso de relieve que estas obras se van a incluir en el futuro plan Documento de Regulación Aeroportuaria (Dora) III, que se aprobará en septiembre de 2026, y que se mantendrá en vigor desde 2027 hasta 2031, por lo que este debe ser el horizonte de las obras.

De este modo, «la puerta de entrada de Málaga al resto del mundo», como lo calificó Óscar Puente, recibirá una fuerte inversión en los próximos años por parte de Aeropuertos Españoles para la ampliación de estas instalaciones, con lo que se podrá aumentar su capacidad hasta los 36 millones de pasajeros, además de mejorar notablemente la experiencia de viaje.

El ministro no tardó en valorar este anunció: «Me comprometí hace unos días en Málaga con la ampliación del aeropuerto, y hoy ya la ponemos en marcha. El consejo de Aena ha aprobado la licitación de la asistencia para la redacción del proyecto. Más capacidad y más calidad paa el aeropuerto, con una inversión global de 1.500 millones».

De momento, todavía hay margen de crecimiento, pues sus instalaciones pueden seguir absorbiendo pasajeros hasta los 30 millones, gracias a las inversiones que se vienen haciendo para la modernización». Al respecto, Puente dijo que solo en el periodo 2022-2026 se han invertido más de 100 millones de euros. Pero ante las importantes previsiones de crecimiento «es necesario adelantarse y no reaccionar». Y por eso Aena ha finalizado ya el estudio funcional del aeropuerto.

Este informe incluye actuaciones clave para casi duplicar la superficie del área terminal, que pasaría de 80.000 m2 a 140.000. Entre las actuaciones que se acometerán, para adecuar la capacidad del área terminal y agilizar los procesos aeroportuarios, destacan la construcción de un nuevo dique para tráfico no Schengen con control de fronteras centralizado; el incremento de las posiciones de contacto para las aeronaves (permiten el embarque y desembarque del pasaje mediante pasarela); un aumento de la superficie destinada al control de seguridad, y el rediseño del sistema de tratamiento de equipajes para mejorar la operativa de los agentes handling.

Es reseñable, asimismo, el incremento del 41% previsto en la superficie para actividad comercial en la terminal, una proporción que será del 43% en el caso de los espacios reservados a salas VIP. En el campo de vuelo, se construirán nuevas calles de rodaje, que conectan las pistas con la plataforma en la que estacionan las aeronaves, lo que favorecerá la fluidez en la circulación de los aviones. Las pistas tienen y tendrán capacidad suficiente. Respecto a los exteriores, se mejorarán la urbanización y los accesos, además de aumentar la capacidad de los aparcamientos y la optimización de sus usos.

En cifras, el área de filtros de seguridad se incrementará un 112%; el control de pasaportes de Salidas, un 515%; la zona de espera y embarque No Schengen/flexible, un 381%, y la de vuelos Schengen un 126%. También aumentan las superficies comerciales en un 41%.

Esta infraestructura todavía tiene capacidad de crecimiento sin consumir más suelo, al menos en el horizonte de la próxima década: «Vamos a duplicar instalaciones y el margen de crecimiento es muy grande sin plantearnos operaciones complejas desde el punto de vista medioambiental y de la movilidad», añadió, en referencia a la posibilidad de estudiar un segundo aeródromo en la provincia. La remodelación dará lugar a una terminal en forma de 'V', que 'volará' sobre la carretera para acercarse a la segunda pista.

Por otra parte, aunque el umbral de crecimiento parezca poco ambicioso (de los 30 millones actuales hasta 36 millones de pasajeros), fuentes técnicas aclararon a SUR que lo más importante del proyecto de ampliación de Aena es el aumento de la capacidad para absorber el tráfico en horas y días puntas en los distintos subsistemas aeroportuarios.

La capacidad máxima la fija el elemento más restrictivo, por lo que el aumento y mejora de los subsistemas más restrictivos (como son los mostradores de facturación, los filtros de seguridad, el número de puertas de embarque, etc) es lo que incrementa la capacidad total de la infraestructura. Por tanto, en la propuesta hay capacidad para crecer en las horas y días punta, por encima del escenario previo y sin necesidad de construir nuevos edificios.

Con todo, tampoco se puede perder de vista la advertencia que hicieron a SUR fuentes expertas del sector aeronáutico, en cuanto a que esta intervención supondrá agotar el dominio aeroportuario, teniendo en cuenta el espacio que ocupa el campo de vuelo (las dos pistas). «Hasta aquí llega el aeropuerto de Málaga, este es el máximo al que se puede llegar», advierten las fuentes técnicas consultadas por SUR.

El año pasado ya se rozaron los 25 millones, por lo que la ampliación permitirá prestar servicio a 11 millones más. Y esto, dicho en un contexto en el que esta infraestructura no para de crecer, con cifras muy por encima de la media de la red en España. En los cinco primeros meses del año ha sumado un 7,7% de pasajeros a los registrados en el mismo periodo del pasado año. El impulso de mayo, con un nuevo incremento del 8,7% y un movimiento histórico de 2.584.681 usuarios, ha elevado hasta casi los diez millones los que han transitado por estas instalaciones entre enero y el mes pasado, según Aena.

Un cálculo sencillo permite aventurar que, si se mantiene este ritmo, el año se cerrará en el entorno de los 27 millones de usuarios; por lo que en un máximo de dos años se llegaría a esos 30 millones que marcan el tope de las actuales instalaciones (más allá de que, como se ha comentado, se consiga redistribuir tráfico para sacarle algo más de rendimiento).

Según los planes que se incluirán en el Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA III) que será aprobado en septiembre de 2026, con un ámbito de aplicación de cinco años, el rediseño planteado de las terminales contempla casi duplicar la superficie de esta infraestructura. Así, se pasará de los 80.000 metros cuadrados actuales a unos 140.000.

Entre las principales actuaciones que se contemplan están la demolición de la T1 (actualmente, sin uso) y de los diques de los vuelos no Schengen, es decir, los actuales B y C. A cambio, se construirá una nueva zona de embarque al lado de la segunda pista.

En concreto, Aena prevé la construcción de un nuevo dique para tráfico no Schengen (de fuera de la UE), con control de frontera centralizado; así como incrementar las posiciones para mejorar la calidad del servicio a las compañías y al pasajero; una mayor superficie para el control de seguridad y el rediseño del sistema de tratamiento de equipajes para mejorar la operativa de 'handling', entre otras actuaciones.

Como conclusión, si es necesario seguir creciendo en capacidad a partir de 2031 (último año de validez del nuevo planeamiento recogido en el Dora), el debate ya tendrá que discurrir por otros derroteros. De entrada, se puede abordar el desarrollo de nuevos suelos cercanos, como los de la Ciudad Aeroportuaria que promueve desde hace décadas el Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre.

Y otras opciones son la construcción de un segundo aeropuerto, como el proyecto que hubo en Antequera; o utilizar el de Granada como un satélite de Málaga (igual que ocurre en otras grandes capitales europeas con urbes cercanas). Para ello, sería vital conectar por tren desde esta terminal hasta la capital costasoleña.