Detenido por dejar sola a su hija de siete años en el coche mientras estaba de copas

El suceso ocurrió a las 4.30 horas de la madrugada del día 21 en la calle Sondalezas, en la barriada de Nueva Málaga. Un chico que caminaba por la zona observó cómo una niña se apeaba de un turismo y atravesaba perpendicularmente la vía; de hecho, la cría tuvo que detenerse mientras cruzaba al ver que un coche se aproximaba, según relataron fuentes cercanas al caso.

El joven vio que la menor se acercó a la puerta del bar e intentó buscar a su padre con la vista aprovechando que la puerta corredera se abría unos segundos para que entraran unas personas. Como no lo vio dentro, la menor corrió en busca del testigo, que caminaba calle arriba, y se acercó a él llorando y muy nerviosa para pedirle que la llevara a su casa. Le contó que su padre la había dejado dormida en el coche y que ella se despertó sola y se asustó.

Investigación

El chico la acompañó hasta el coche del que se había bajado y esperó con ella para ver si aparecía el padre. Al cabo de unos minutos, decidió llamar a la sala del 092 de la Policía Local de Málaga. Una patrulla de la Jefatura del distrito Norte y una unidad de paisano del Grupo de Investigación y Protección (GIP), que se hizo cargo del caso, se desplazaron al lugar para investigar lo ocurrido.

Tras entrevistarse con el testigo, los agentes acudieron a la puerta del bar indicado por la niña y golpearon la puerta corredera hasta que alguien la levantó desde dentro. En el interior del local había un grupo de personas consumiendo bebidas alcohólicas. La pequeña señaló a su padre.

El hombre, de 31 años, se acercó entonces a los policías y les explicó que había dejado dormida a su hija hacía 10 minutos porque tenía que recoger unos papeles en el bar. Los agentes, sin embargo, observaron que tenía los ojos brillantes, su habla era pastosa y desprendía un fuerte olor a alcohol, según las fuentes. Mientras estaban en la puerta, los funcionarios escucharon decir a unos clientes que el individuo llevaba allí desde que bajaron la puerta corredera, poco después de las dos de la madrugada. Ante los indicios que había, lo detuvieron por un presunto delito de abandono temporal de la menor.

Los policías de paisano llevaron a la niña al domicilio de su madre, que está separada del padre. Según manifestó la mujer, su expareja solía incumplir el convenio regulador de la custodia. De hecho, explicó, debía haber recogido a la pequeña el viernes y, en lugar de eso, se la llevó el domingo.

Aparte de la versión de la madre, los agentes del GIP recabaron los testimonios de testigos que coincidieron en el bar con el detenido. Según contaron, el hombre entró en el local a las 1.50 horas, se marchó a las 2.15 y regresó a las 3.00, lo que indicaría que la menor estuvo al menos hora y media sola.

Los investigadores, que realizaron incluso un reportaje fotográfico del lugar por el que cruzó la niña, han elaborado un amplio informe en el que resaltan que la integridad física de la menor ha estado en «serio peligro», ya que su padre la habría dejado encerrada dentro del coche, sin supervisión alguna, hasta el punto de que, cuando ella abrió la puerta para bajarse y sonó la alarma, él ni siquiera se dio cuenta, según las fuentes.

Los policías locales corroboraron también que el progenitor estaba dentro de un establecimiento con la persiana bajada, por lo que no podía mantener en ningún momento contacto visual con el coche, donde se encontraba su hija. Los agentes destacan también que esa noche el hombre probablemente habría llegado a circular bajo los efectos del alcohol con su hija en el coche de no haberse producido la intervención policial. El detenido ha sido puesto ya a disposición judicial con todas las pruebas recabadas por los investigadores del GIP.