Atrapados en Edimburgo 56 estudiantes de un instituto de Málaga junto a sus profesores

Ayer consiguieron que 14 alumnos acompañados por una profesora pudieran subirse a un avión con destino a Alicante, donde tomaron un autobús hasta Málaga. Hoy hay diferentes vuelos hacia territorio nacional en los que, según vayan sucediendo los acontecimientos, podrán ir embarcando para volver a casa tras su segunda noche extra en la ciudad. Este incidente es fruto de la huelga de controladores aéreos franceses, que alcanza hoy su tercer día. Según fuentes de Aena, ayer fueron cancelados 27 vuelos con conexión en Málaga.

«Esto está siendo una pesadilla». Así definió Raya la desafortunada experiencia, desde su habitación del Premier Inn New Bridge, hotel asignado para alojar al grupo escolar. «Ha sido imposible contactar con Ryanair, ni por teléfono ni por Internet», comentó. Una vez recibieron la notificación de que el vuelo se cancelaba, decidieron ir al aeropuerto de Edimburgo para ver qué ocurría. Allí, la compañía Swissport filial que gestiona los trámites de Ryanair en esa terminal les confirmó lo que ya se temían: «Nos quedamos en tierra». Raya aclaró que la labor de Swissport para tratar de ayudar al grupo «ha sido muy buena».

Según el profesor encargado del viaje, hoy hay tres posibles vuelos en los que podrían ir trasladando, por grupos, a los alumnos a Málaga. «Hay un vuelo con destino a Barcelona en el que podrían subirse hasta 17 estudiantes, otro a Alicante con 16 posibles plazas, y otro a Málaga con 21». Ninguna de estas opciones es segura, ya que dependen de que los asientos que actualmente figuran como vacíos no sean reclamados por alguna reserva previa. Raya explicó que el orden en el que los estudiantes irán volviendo a casa será «por edad», empezando por los más pequeños, ya que los mayores «aguantan mejor».

Algunos alumnos recibieron la noticia con «nervios y preocupación», explicó a este periódico Laura Samiñán, madre de Nuria, una de las alumnas atrapadas en Edimburgo. «Algunos padres han intentado contactar con la compañía aérea y con el aeropuerto, pero no han conseguido nada», apuntó. Según Samiñán, «al principio se agobiaron un poco, pero cuando vieron que estaban todos juntos se tranquilizaron».

A pesar de no haber hablado expresamente con los implicados, Ryanair emitió ayer un comunicado en el que condenaba la huelga de controladores franceses, tachándola de «egoísta». La compañía ha tenido que cancelar un total de 80 vuelos, nueve de ellos conectados con Málaga. En su página web hay un apartado exclusivo para la huelga, en el que reza: «Ryanair le pide sinceras disculpas por los retrasos o inconvenientes causados por estas interrupciones», y aconseja a sus clientes que comprueben el estado de su vuelo «antes de viajar al aeropuerto».