Detenido por romperle un palo en la cabeza a una tendera que se negó a venderle alcohol

El suceso ocurrió hace unos días en una tienda de comestibles regentada por una familia de origen chino y situada a menos de 200 metros de la Comisaría Provincial de Málaga, en la plaza Manuel Azaña. Según la reconstrucción del suceso realizada por la policía, tres clientes entraron en el establecimiento poco después de medianoche y le pidieron a la dueña unos botellines de cerveza.

La tendera, que se encontraba sola en el local en esos momentos, les explicó que no se las podía servir porque la normativa le impide vender bebidas alcohólicas después de las diez de la noche. Según fuentes policiales, el mayor de los implicados, que resultó ser el padre de otro de los detenidos, presuntamente se puso muy agresivo, le arrebató por la fuerza a la mujer unas botellas de cerveza y comenzó a coger otros artículos de los expositores.

Al parecer, el hombre habría llegado incluso a coger una fregona que había en la tienda y golpeó con ella a la comerciante en la cabeza con tal violencia que el palo se rompió. Entre tanto, y siempre según las fuentes consultadas, su hijo lanzaba objetos a la mujer para impedir que se defendiera. Tras ello, se marcharon a pie.

Minutos después, los servicios de emergencias recibieron varias llamadas que alertaban del suceso. Las unidades de la Policía Local y de la Nacional que estaban de servicio esa noche se volcaron en identificar cuanto antes a los autores. Una patrulla acudió a la tienda para entrevistarse con la víctima y obtener más datos sobre lo ocurrido. Aunque la mujer apenas habla español, los agentes contaron con la ayuda de las cámaras de seguridad del establecimiento, que filmaron la agresión y las características de los implicados.

Con esa información, las unidades de ambos cuerpos se coordinaron para dar una batida por la zona. A las 2.15 horas, una patrulla de la Policía Local encontró en Cruz del Humilladero a tres personas que salían de un portal; sus rasgos físicos coincidían con los autores, y también la indumentaria, ya que uno de ellos el padre llevaba un uniforme de trabajo.

Los agentes que habían visionado las cámaras identificaron a los sospechosos como las personas que aparecían en las imágenes, por lo que quedaron detenidos. La víctima acudió a un centro médico para ser asistida y aportó un parte médico de lesiones, que se adjuntó al atestado del caso y a las pruebas recabadas para enviarlos al juzgado.