Un heladero se salva de una puñalada en el abdomen por el cinturón
Un asaltante le propinó un puñetazo en la cara y el otro le atacó con un destornillador de 20 centímetros, pero la correa detuvo el golpe
Juan Cano
Martes, 12 de agosto 2014, 01:30
Dos hombres entraron en la heladería, cada uno por una puerta. Iván Marcelo Latino, el dueño del negocio, no tardó en darse cuenta de que ... no eran clientes. Sin mediar palabra, uno de ellos le asestó un puñetazo y, cuando se defendió, el otro le lanzó una «puñalada» al estómago. Tuvo suerte. El destornillador con el que le atacó, de unos 20 centímetros, se clavó en la correa y sólo le hizo un rasguño. «Si ese día no me pongo el cinturón o me da más arriba, no la cuento», afirma.
Ocurrió el miércoles de la semana pasada en la heladería Che Freddo, en la calle Jacob de la barriada malagueña de Campanillas. Eran aproximadamente las tres y cuarto de la tarde y en esos momentos Iván, argentino, de 25 años, se encontraba solo en el establecimiento. Estaba poniendo música. «Mi empleado llegaba a las cuatro», recuerda el empresario. Tampoco había clientes a esa hora. Y apenas había gente por la calle.
Según su relato de los hechos, los dos hombres entraron por separado en el local. Uno lo hizo por la puerta principal y lo agarró con fuerza, hasta el punto de que le dejó los dedos marcados en un brazo. «Me dio un puñetazo en el ojo (derecho) sin decirme ni hola», explica el heladero.
Al girarse tras recibir el primer golpe, Iván se encontró con el segundo individuo, que había entrado por otra de las puertas de acceso al establecimiento. Le desconcertó que no abirera la caja registradora, que le quedaba al lado. «Vino directo hacia mí, así que lo primero que hice fue darle una patada para echarlo hacia atrás. Entonces sacó un destornillador largo y me apuñaló en el estómago».
Notó el golpe, seco, de abajo a arriba, pero se tocó y vio que no le había alcanzado gracias a la correa. «Sólo me hizo una pequeña rajita, como un raspón», asegura. Entonces, escuchó los gritos de la gente, trabajadores del Parque Tecnológico (PTA) que en esos momentos pasaban por la puerta de la heladería, y que comenzaron a increpar a los asaltantes para que se marcharan. «Ellos (los agresores) se pusieron nerviosos y escaparon. Me tiraron todas las tarrinas al darse a la fuga, pero no les dio tiempo a llevarse nada», relata Iván, que no acertó a ver el medio que utilizaron para huir.
Varias patrullas acudieron al lugar para atender a la víctima. «Suelo quedarme con las caras de la gente que pasa por aquí, pero a ellos era la primera vez que los veía. No los conozco de nada», cuenta el heladero. La Policía Nacional se ha hecho cargo de la investigación de lo que, según las fuentes consultadas, consideran un robo violento en grado de tentativa.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.