La administración concursal de Isofotón pide un embargo de 50,8 millones para sus dueños

Dicha cantidad es equivalente a la diferencia que, según el informe de la administración concursal, existe entre los activos y las deudas de Isofotón (sin contar los créditos contingentes, que son los que están pendientes de un juicio). Los administradores creen que el juzgado debe asegurarse de retener como mínimo esa cantidad por si los dueños de Isofotón acaban siendo condenados a resarcir a los acreedores con sus propios bienes. Y con esta petición dan pistas de que pedirán la calificación culpable del concurso.

La fase de calificación de un concurso de acreedores es la última y no se abre en todos los casos: sólo cuando la empresa acaba en liquidación y cuando se acuerda una quita superior a un tercio de los créditos o una espera superior a tres años. Se trata de un proceso en el que el juez tiene la última palabra después de escuchar a los administradores, los afectados y el Ministerio Fiscal. La decisión final podría llegar dentro de al menos un año.

A liquidación

Hoy, por otra parte, el concurso de acreedores de Isofotón da un paso que era considerado inevitable por muchos: la petición, por parte de sus dueños, de la apertura de la fase de liquidación. De esta manera se descarta definitivamente que el concurso de la empresa fotovoltaica vaya a resolverse mediante un convenio con sus acreedores. La petición de la fase de liquidación es facultad de los propietarios.

Una vez que la jueza autorice esta petición, los administradores empezarán a elaborar un plan de liquidación para vender los activos de Isofotón con el fin de satisfacer sus deudas por orden de prioridad. ¿Es posible aún que se venda la unidad productiva de Isofotón, es decir, la fábrica completa, y que no se desmantele? Según fuentes de la propiedad, sí; de hecho, insisten en que el fabricante chino Suntech sigue interesado en hacerse con la planta para establecer allí su punto de producción en Europa.