Primera dimisión en el nuevo Gobierno de Tsipras

Durante la mañana de ayer, el Ejecutivo griego había prestado juramento, con el objetivo de poner en marcha el plan de reformas cerrado con los acreedores internacionales a cambio de una ayuda de 86.000 millones de euros.

Pero Dimitris Kammenos, perteneciente al partido soberanista Griegos Independientes (ANEL), decidió dimitir durante la noche, menos de 24 horas después de su nombramiento como viceministro en un Gobierno de coalición encabezado por la formación de izquierda Syriza de Tsipras.

Este exlobista y capitán en la reserva de las fuerzas especiales, de 49 años, indicó en un comunicado buscar con su marcha "el buen funcionamiento del nuevo Gobierno" de coalición.

Tsipras había pedido la dimisión de Dimitris Kammenos al líder de ANEL, Panos Kammenos, ya que su presencia era incompatible con los "valores" del Gobierno si se confirmaba la autenticidad de las declaraciones.

Alusiones a Auschwitz

En junio, Dimitris Kammenos comparó el plan de reformas propuesto por los acreedores de Grecia con el campo de exterminio de Auschwitz. Y, según el semanario To Vima, también calificó ese mismo mes de "patético" el desfile del Orgullo Gay.

La controversia sobre su nombramiento se recrudeció a lo largo del día, obligando a Tsipras a intervenir cuando se encontraba en Bruselas en una cumbre extraordinaria sobre los refugiados.

El jefe de gobierno griego, presionado por sus socios europeos para contener mejor el flujo de inmigrantes a través de su territorio, abogó a su llegada a la capital belga por compartir las "responsabilidades" en el seno de la Unión Europea. Más de 300.000 inmigrantes, en su mayoría sirios huyendo de la guerra en su país, alcanzaron las costas griegas en 2015 desde Turquía, principalmente.

Copia del anterior Ejecutivo

El nuevo Gobierno de Tsipras, de 41 años, es más o manos la copia del primero, que había asumido en enero y renunciado el 20 de agosto, después de constatar que no disponía de una mayoría parlamentaria debido a la disidencia de numerosos diputados. Un cuarto de los diputados de Syriza había votado entonces contra el tercer plan de rescate, que prevé una ayuda de 86.000 millones de euros a cambio de un duro plan de austeridad.

Tsipras manifestó la firme determinación de aplicar el acuerdo en todos sus términos con la esperanza de abrir negociaciones en noviembre con sus acreedores, Unión Europea y Fondo Monetario Internacional (FMI), para reducir la deuda externa de Grecia, que llega al 170% del PIB.

"La prioridad es terminar con la obligaciones del acuerdo, de las cuales un 60% ya se cumplieron", resumió el miércoles el nuevo ministro adjunto de Finanzas, Yorgos Chouliarakis, quien deseó que la "cuestión de la deuda sea tratada al término del primer examen" del cumplimiento del acuerdo firmado con los acreedores.

Además de Chouliarakis, apreciado en Bruselas, Tsipras mantuvo al frente del ministerio de Finanzas al moderado Euclides Tsakalotos, que había sustituido a Yanis Varoufakis al día siguiente del referéndum sobre la aceptación del plan de reformas.

La primera tarea del nuevo Gobierno es restablecer las finanzas y la economía del país, vapuleada por seis años de crisis y de austeridad ineficaces. "Nuestro objetivo es la reactivación y la reconstrucción", declaró el miércoles a la prensa el viceprimer ministro Yannis Dragasakis, para quien la voluntad del Ejecutivo es dejar "una huella de izquierdas" en su gestión.

El excomunista Nikos Kotzias regresa al puesto de canciller griego, mientras que la cartera de inmigración continúa en manos de Ioannis Mouzalas, tras mostrar una gran eficacia durante el mes que ejerció de forma interina.

El FMI dijo que esperaba "con impaciencia trabajar con el nuevo Gobierno sobre las medidas necesarias para situar a Grecia en el camino de un crecimiento duradero".