El espionaje de la NSA en Alemania fue más allá del móvil de Merkel

John Emerson fue invitado "a una conversación en la cancillería", ha indicado una fuente gubernamental, confirmando una información del diario Frankfurter Allgemeine Zeitung.

Según las informaciones de la prensa, el embajador fue recibido por Peter Altmaier, responsable de los asuntos de inteligencia en su calidad de ministro en la Cancillería. "No se trata de una convocatoria formal", destacó la web de la revista Der Spiegel, calificando de "prudente" e incluso de "reticente" la reacción alemana frente a estas nuevas revelaciones.

Según los documentos de Wikileaks citados el miércoles por el Süddeutsche Zeitung, la agencia estadounidense de inteligencia (NSA) no se limitó a realizar escuchas de un teléfono móvil de la canciller Angela Merkel sino que también se interesó por las actividades de los ministerios de Finanzas, Economía y Agricultura. "El actual ministro de Economía y vicecanciller Sigmar Gabriel estaba en aquel momento en la oposición pero podemos considerar, sin embargo, que fue o está siendo objeto de escuchas", consideró el periódico de Múnich, refiriéndose a una lista de números espiados entre 2010 y 2012.

La fiscalía federal de Karlsruhe, que había abandonado a mediados de junio la investigación sobre las presuntas escuchas de Angela Merkel, anunció el jueves en un comunicado que estaba examinando las nuevas revelaciones. "De momento no se ha tomado ninguna decisión respecto a una reanudación de las investigaciones", precisó no obstante la fiscalía en un comunicado.

Además, la lista que tiene la NSA incluye el número del exministro de Finanzas, Oskar Lafontaine, que dejó su puesto en 1999. Este número "sigue activo, es el que acabó en la secretaría del ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble", destaca el Süddeutsche Zeitung.

El asunto provocó la reacción de Schäuble, que reclamó una aclaración y lamentó que "los servicios estadounidenses hayan perdido un poco de vista el sentido de la mesura", en el número del viernes del diario Bild.

Sin embargo, Schäuble aseguró que "las comunicaciones importantes" en el ministerio alemán de Finanzas se hacen por canales "asegurados". Las actividades de la NSA son "uno de nuestros problemas menores", relativizó. "Los servicios secretos de otras grandes potencias me preocupan más", agregó el ministro, sin precisar.

Las relaciones entre Berlín y Washington se vieron seriamente afectadas después de que el exempleado de la NSA Edward Snowden revelara en 2013 un sistema de vigilancia masivo por parte de Estados Unidos a numerosas empresas y gobiernos extranjeros, incluyendo un teléfono de la canciller.

Más recientemente, Berlín pasó del banquillo de las víctimas al de los acusados: según la prensa alemana, los servicios de inteligencia alemanes (el BND) habrían espiado a petición de la NSA a responsables del gobierno francés y de la Comisión Europea. Por su parte, Merkel siempre ha defendido la cooperación con la NSA y la necesidad del trabajo de inteligencia, principalmente frente al "terrorismo".