EE UU achaca ahora a Israel «mucha responsabilidad» en la hambruna de Gaza

'Nuestro genocidio'. Así titula la organización humanitaria israelí B'Tselem un informe que describe la «aniquilación» de los palestinos y la destrucción de las redes sanitaria y energética de la Franja. El documento, de 88 páginas, incluye escalofriantes testimonios como el de una madre que vio cómo un tanque del ejército hebreo aplastaba a su marido y a sus dos hijos.

Ni siquiera Trump ha podido digerir esas imágenes de niños desnutridos. El presidente estadounidense, que asiste a la hambruna gazatí desde la lejanía de sus campos de golf en Escocia, aseguró este lunes de repente que su prioridad es alimentar a la población de Gaza. En primavera, en cambio, les había animado a irse de su tierra para que empresas norteamericanas montaran allí un inmenso complejo turístico con campos de golf como los que ha disfrutado el pasado fin de semana mientras recibía a la presidenta de la Unión Europea, Úrsula von der Leyen, y al primer ministro británico, Keir Starmer.

Con la política alemana trató el incremento de la ayuda destinada a la Franja. «Aquello es un desastre. Necesitan comida y seguridad. Estamos dando mucho dinero y muchos suministros. También otros países van a dar un paso adelante», declaró el líder republicano. A su lado, Starmer asentía: «Es una crisis humanitaria, una catástrofe. A la gente en Gran Bretaña le repugna lo que ve en la pantalla». Bebés al borde de la muerte por falta de leche. Trump anunció que EE UU ha destinado ya 51 millones de euros en ayuda para Gaza y que abrirá centros de distribución de alimentos «sin vallas ni límites». Algo parece estar cambiando en la región. También algunos países árabes han comenzado a criticar a Hamás por obstaculizar un alto el fuego.

La presión internacional obligó a Israel a levantar el pasado sábado el bloqueo que mantenía desde el 2 de marzo a la entrada de ayuda humanitaria en la Franja. El domingo accedieron 73 camiones y este lunes, según fuentes oficiales hebreas, llegaron a la zona 120 tráileres de la ONU y otros 180 de distintas asociaciones como la Media Luna egipcia.

Aun así, Hamás considera insuficiente este goteo y estima que ante la crítica situación son necesarios «entre 600 y 1.000 camiones diarios». Muchos de los convoyes no llegan a su destino porque son asaltados por mercenarios que luego abastecen los mercados negros de alimentos y medicinas. Jordania y Emiratos Árabes continuaron por segundo día con el lanzamiento desde aviones de paquetes de suministros. Médicos Sin Fronteras considera que este método es ineficaz y peligroso porque causa muertes por aplastamiento.

Mientras, la muerte sigue haciendo su trabajo en la Franja. Al menos 98 personas fallecieron en los últimos ataques israelíes, según el Ministerio de Sanidad gazatí. Según este organismo, 25 de las víctimas se encontraban en puntos de distribución de ayuda humanitaria, que se han covertido en trampas. Ya son 1.157 los ciudadanos que han perdido la vida mientras intentaban buscar alimentos.