El PKK inicia su desarme con la quema de fusiles y munición en la frontera con Turquía
Después de 41 años y 40.000 muertes, la guerrilla afirma que encauza su «lucha democrática» a través de «la ley» y confía en que el Gobierno de Erdogan promueva su «integración»
M. Pérez
Viernes, 11 de julio 2025, 19:11
La guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) inició este viernes su desarme en una ceremonia donde los milicianos quemaron armas y municiones. ... Este es el primer acto práctico del grupo insurgente después de que en mayo anunciara su disolución tras más de cuatro décadas de enfrentamiento armado con el Estado turco. Los combates entre las fuerzas armadas turcas y los rebeldes han dejado 40.000 muertos desde 1984.
El PKK citó a varios periodistas en una zona montañosa de Irak para que fueran testigos de la destrucción de sus armas. El lugar estaba situado cerca de Suleimaniya, en el Kurdistán iraquí, fronterizo con Turquía. Los alrededores estaban bloqueados con coches en las carreteras y todo el lugar fuertemente vigilado por su aparato de seguridad.
Las imágenes muestran a decenas de guerrilleros, tanto hombres como mujeres vestidos con uniformes militares portando fusiles, rifles de asalto y lanzacohetes hacia un gran escenario. Otras grabaciones recogen el momento en el que depositan el armamento y los cinturones de munición en un contenedor metálico al que luego prenden fuego.
Detrás del escenario donde se reúne la plana mayor del PKK hay un retrato de su fundador, Abdullah Ocalan, condenado a cadena perpetua desde 1999. Ocalan hizo un primer llamamiento en febrero al cese de las hostilidades, al que han continuado varias reuniones secretas con la Inteligencia turca con la intermediación del partido prokurdo DEM sobre las condiciones de la disolución, De momento, el Gobierno de Ankara no ha informado sobre los siguientes pasos, ni si la situación penitenciaria de Ocalan será revisada.
En un mensaje grabado, el líder insurgente anunció este miércoles pasado la inminencia de la ceremonia con un llamamiento a sus seguidores: «Creo en el poder de la política y en la paz social, no en las armas. Y les pido que pongan en práctica este principio».
Durante la destrucción de la munición, los guerrilleros leyeron un comunicado. Manifestaron que llevaban a cabo esta iniciativa «por propia voluntad» con la intención de demostrar su interés en «llevar a cabo nuestra lucha por la libertad, la democracia y el socialismo de ahora en adelante a través de la política democrática y la ley».
El Gobierno turco respondió a su vez con una declaración en el que señaló que la ceremonia «marca un paso concreto y bienvenido hacia el fin de la campaña de violencia que desde hace décadas está llevando adelante el grupo».
La disolucion del PKK supondría un gran victoria política para el presidente Recep Tayyip Erdogan. quien la semana pasada consideró que «la dejación de armas por parte del grupo terrorista será el comienzo de un nuevo período para Turquía, con seguridad, democracia y desarrollo».
Quedan por definir ahora los siguientes pasos del proceso. Los partidos que lo apoyan son proclives a abrir una reforma legal que permita integrar a los militantes. El propio Ejecutivo, en su comunicado, acepta la aplicación de medidas de integración y otras de reconciliación en el caso de los combatientes que deban rendir cuentas por actos de violencia.
El líder del PKK, Bese Hozat, coincidió en que «existe una necesidad significativa de reformas legales y enmiendas constitucionales» para que la disolución tenga éxito.
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